M.B.
Todo iba de forma óptima para México. Había dominado incluso el inicio del partido, amenazando al principal candidato del grupo D, Lituania, que escondía sus propios recelos y las dudas de las molestias físicas que padecen los Lavrinovic. Darius jugó, Kristof, en cambio, quedó en la reserva. Los aztecas coordinaban bien su juego de ataque cuando Ayón conectaba con el escolta Cruz, el hombre del partido en la primera mitad. Sus 15 puntos hasta el ecuador, la movilidad en el juego, penetraciones y asistencias a sus aliados crearon al equipo lituano tal incertidumbre que no fue capaz de saborear la victoria hasta el último cuarto tras dura batalla.
Porque los problemas de México se exhibieron cuando el técnico español, Valdeolmillos, tuvo que mover su banquillo por las personas de Ayón. El ala-pivot llegó pronto a la segunda y, más tarde, no supo refugiarse para evitar cometer la tercera y la cuarta. Esta llegó a 3.36 para el final del tercer cuarto y le envió al banquillo con 53-57. Ahí desaparecieron las opciones mexicanas, porque Lituania aprovechó su juego interior para descarrilar a un rival que le estaba provocando jaqueca.
Sin su principal escudo protector y con Cruz algo cansado, México entregó el partido para comprobar cómo empezaron a funcionar en el tramo final la presión, la colaboración y hasta el tiro exterior de los jugadores rivales, que alcanzaron una renta de 13 puntos que quizá sea excesivo castigo para los méritos del equipo americano.
Alineaciones:
74 México:Ramos (4), J. Gutiérrez (13), Ayón (12), Cruz (21), Hernández (5) -inicial- Stoll (7), I. Gutiérrez (-), Meza (0), Méndez (2), Zamora (4) y Parada (4)
87 Lituania:Maciulis (19), Seibutis (4), Motiejunas (15), Valanciunas (17), Vasiliauskas (2) -inicial- Pocius (-), Juskevicius (8), Kuzminksas (-), Darius Lavrinovic (9), Jasaitis (9), Kristof Lavrinovic (-) y Jankunas (4)
Arbitros: Benito (Bra), Lottermoser (Ale) y Queaburu (Nig)
Marcador cada cinco minutos: 9-8, 27-22, 36-32, 41-45, descanso, 51-53, 53-67, 59-74 y 74-87, final
Reportaje gráfico: C. Torres
