El seleccionador de México, el granadino Sergio Valdeolmillos, y el componente del equipo azteca, Marco Ramos, se volcaron en ofrecer elogios a la organización de Gran Canaria y al nuevo recinto donde se ha disputado la fase hexagonal del grupo D. "Este es el premio a tantos años de labor humilde y coherente del CB Gran Canaria", dijo el entrenador. "Este pabellón es la recompensa a tantos años de sacrifico y al esfuerzo que se ha realizado" por parte del club de la ACB.
"No he venido antes pero me siento halagado por la nobleza que han mostrado los grancanarios en nuestra estancia en la isla", recalcó el jugador en la despedida de la selección americana, que ahora pone rumbo a Barcelona.
Valdeolmillos abandona la sede grancanaria satisfecho por hacer historia con la tricolor mexicana, por primera vez en octavos de final de una fase mundialista. "Es un regalo", dijo. "Estamos felices. Venimos de conquistar dos oros seguidos en el FIBA América y Centrobasket y ahora nos preguntamos si lo logrado en Gran Canaria tendrá una repercusión positiva en el país. Este logro y jugar contra Estados Unidos será bueno para el baloncesto y el deporte mexicano".