Manuel Borrego
"Los jugadores de la cantera que tenemos son muy buenos" recalcó en la víspera del partido de Copa contra el Mallorca el entrenador de la UD Las Palmas, Paco Herrera, convencido de que "cualquiera puede entrar en nuestro equipo de manera natural". Desde que llegó a Gran Canaria, el técnico barcelonés no ha puesto ninguna interrogación sobre el valor de los futbolistas que ya tenía y los que subían desde el filial. "Con lo que tenemos ya podemos empezar el campeonato", dijo el día de su presentación, aún sin haberse concretado los fichajes exteriores que culminaron de cerrarse en la última semana del mercado con la llegada de Culio y Casto.
Sus palabras y los hechos hasta hoy han viajado juntos. En las tres formaciones de la Liga (Llagostera, Mallorca y Lugo) diez de los miembros del bloque titular fueron jugadores de la casa y sólo Sergio Araujo, que marca las diferencias en ataque, fue el referente de los refuerzos exteriores. Es cierto que para que ello fuese posible se han producido algunas ausencias por lesión, pero el entrenador predica y aplica conceptos con la misma coherencia, algo que mantiene en alto su crédito ante la propia plantilla. "Ahora nos estamos todos enchufados", resumió recientemente el centrocampista Javi Castellano.
La Copa pondrá a prueba también al propio técnico barcelonés y sus cualidades para sacar rendimiento a la teórica segunda unidad del equipo y al menos a dos jugadores (Artiles y Leo) que el club ha dispuesto encajar entre el conjunto de la Segunda División y el de la Segunda División B. Caso especial el de José Artiles, debutante en el primer equipo hace ya cuatro temporadas. El extremo de Sardina del Sur vivía este año una situación peculiar al tratarse de un jugador que cada verano asumía con ilusión la pretemporada para luego ser protagonista de los descartes. La primera idea de Artiles era la de buscar un destino en caso de no hacerse un hueco entre los profesionales con carácter definitivo. Pero las palabras de Herrera le cautivaron, tras expresarle la confianza personal que tenía el técnico en él tras verle actuar en pretemporada. Artiles está en activo en el equipo filial y espera esa oportunidad que el entrenador barcelonés está diseñando para él.
En la travesía hasta junio de 2015, el nuevo cuerpo técnico de la UD Las Palmas va a encontrar una cadena de contratiempos que ha de estar preparado para poderla superar; en especial en una temporada como la actual donde la Segunda División parece -por nombres- una Primera encubierta. Todo le sería más fácil al entrenador si las palabras y los hechos van de la mano. Esa valentía que el técnico demuestra es la que también ha pedido a sus jugadores para el encuentro copero donde Las Palmas ha de competir contra un rival que parece guardar poco entre sus teóricos titulares.
La UD ha empezado bien; no mejor que en 2011-12 -por ejemplo-, donde también tuvo 7 puntos en tres jornadas. No hay garantías de nada porque esta liga es un largo trayecto cuya competición viaja en once meses del año, desde agosto a junio del siguiente. Pasa por múltiples acontecimientos y problemas a resolver. Pero si equipo asume los tres conceptos que está ventilando su entrenador (sinceridad, valentía y unidad) el viento de cola les puede llegar muy lejos. Incluso en la Copa, esa competición tan curiosa para las aficiones de Segunda que aplauden con igual fuerza la eliminación que el pase a la siguiente ronda.