M.B.

Apreció el cuerpo técnico de la UD Las Palmas en el descanso del partido de El Sardinero las situaciones deficitarias que estaban complicando el partido para los amarillos. "No éramos nosotros", dijo el entrenador en una síntesis expositiva. A la UD no le iba el cuerpo a cuerpo propuesto por el Racing y el marcador se lo estaba señalando en los primeros 45 minutos.

La salida de Valerón le cambió la cara al equipo porque tuvo Las Palmas mayor paciencia con el balón. A través de sus pases y las apariciones de sus compañeros fue cómo la Unión Deportiva decantó el partido. Esas jugadas fueron las que declinaron el desenlace del encuentro. Y, en especial, el ataque en cuatro movimientos para el 1-2.

La jugada (a la derecha) se inicia en la línea de banda derecha, con inferioridad numérica de los visitantes porque hasta ocho jugadores del Racing y el portero Mario protegían la zona; dentro o en las inmediaciones del área. Valerón (1) realizó un cambio de juego de derecha a izquierda, donde estaba el campo menos compesado de efectivos cántabros. La ambición de todo el equipo fue palpabe. El receptor del balón (2) era el central Aythami Artiles, jugando prácticamente de interior izquierda.

El tercer movimiento es definitivo. Porque Aythami vuelve a cambiar el sector del campo donde descargar el juego. Le señala el espacio libre Nauzet Alemán (3), que contacta con el cuero ya en el área para, de nuevo, llevarlo a la izquierda donde el teórico lateral zurdo, Ángel López (4), en posición de ariete, termina la jugada al primer contacto.

A través de la combinación y los cambios de rol en el terreno de juego, Las Palmas había logrado destrozar todo lo que había realizado antes un Racing que empleó en exceso las brusquedades.

Los puntos, el liderato y la moral de equipo ganador viajaron hasta Gran Canaria.