M.B.

Parar a Araujo puede volverse un objetivo obsesivo de los equipos adversarios de la UD Las Palmas. El Racing de Santander, al final, lo consiguió. Porque el delantero argentino está en el dique seco de momento, rodeado de interrogantes para saber si es capaz de llegar a tiempo de jugar el sábado a las 19.00 horas frente al Alcorcón. El conjunto cántabro se expresó en el campo de juego realmente preocupado con el pichichi de la categoría. Sus números asustan: 5 goles, dos disparos a los postes y 14 remates en cuatro encuentros de Liga. Es el máximo realizador y su alianza con el gol es el primer aval de la temporada para la UD Las Palmas en las jornadas iniciales.

La vigilancia a Araujo en El Sardinero se acentuó en relación a partidos precedentes. Cada vez que el balón se le aproximaba, se multiplicaban los defensas en su perímetro más cercano. Y Fede San Emeterio puso la nota extrema de dureza con una entrada por detrás, en el centro del campo, que a punto estuvo de enviarle a la ducha en aquel momento. No lo consiguió el sábado; solo lo aplazó unas horas.

Al Chino, sin embargo, le dio tiempo para realizar su quinta celebración de amarillo. En su cuenta personal dice que tiene una relación ... con el gol. Para marcar al Racing tuvo que superar las molestias de la cruel patada, zafarse de un marcaje en agrupación y encontrar el balón la primera vez en el área. En realidad fue el balón del 1-1 el que le buscó a él. Tras el disparo de Nauzet, el esférico rebotó buscando la bota del xeneize, que acabó por empujar lo justo casi sin querer.

Esa relación de amor de Araujo con las redes rivales la bendice la UD Las Palmas. Es el líder de los goleadores de la categoría, algo que no se disfrutaba en el equipo desde tiempos de Marcos Márquez. Y, además, es el segundo rematador del campeonato (14), dos menos que Rubén Castro(Betis, otro pichichi en la historia del representativo grancanario) y por delante de Guarrotxena (Tenerife), Dongou(Barcelona B) y Nino (Osasuna), todos con trece.

Araujo está aún, a miércoles, entre algodones. Un delantero así necesita estar protegido por el reglamento, que es claro en esas infracciones de dureza. La interpretación ha de ser única. Hay mucho un juego y para un equipo como la UD perderle de esta forma es un lujo. ¡Protestamos, Su Señoría!.