Así estaban este miércoles los delanteros del filial: Adrián Hernández y Manu Dimas. Debieron ver alguna escena de acción, alguna película que imitaban en el entrenamiento del Anexo. La foto es engañosa, porque no es rivalidad, es cariño. El buen rollo preside los entrenamientos del filial, que va bien en popa otra vez. El gesto de Germán, a la derecha, dice el resto. Lo que demuestra que una imagen, a veces, no vale más que mil palabras. ¿O sí?
No es rivalidad, es cariño
17/09/2014
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