El juego combinativo y vertical de los amarillos apenas duró un cuarto de hora. El Tenerife impuso su ley a base del contacto y de las constantes interrupciones, cambiando el signo del clásico con dos mazazos que dejó sin reacción al líder de Segunda
Manuel Borrego
La primera derrota de la temporada para la UD Las Palmas llegó en el derbi (2-1). El equipo de Paco Herrera cayó en las redes del Tenerife, que logró con su fútbol de trincheras anular el estilo vertical y punzante de los amarillos. Por contra, los amarillos apenas pudieron desplegar su juego combinativo durante un cuarto de hora, para luego pasar por una etapa muy larga de descontrol. Momo certificaba el 0-1 en una excelente jugada, sin embargo luego remontaban los blanquiazules imponiendo su estilo con la colaboración de los propios amarillos, que por primera vez estuvieron desorientados esta temporada. Este derbi no se recordará por la generosidad futbolística de ambos conjuntos, ganando el partido el que expuso más físico que ideas.
La primera entrada marcó el estilo de partido. La primera acción del derbi favoreció los planes del CD Tenerife y fue sutilmente determinante. Moyano realizó una entrada, por detrás, a Nauzet Alemán, sin posibilidad de tocar el balón. El golpe en el tobillo de apoyo no mereció juicio sancionador por parte del colegiado De Burgos, quien dejó el listón disciplinario donde los blanquiazules se expresan más cómodos: barra libre para el cuerpo a cuerpo. Las protestas de Las Palmas resultaron estériles. Esa no decisión del colegiado condicionó el resto del encuentro que, en estos parámetros, dio calor a los planes tinerfeños y enfriaba los grancanarios.
Un gol de equipo para hacer boca.Amanecía aún en el derbi cuando los hombres de Paco Herrera desplegaron varias acciones de contra, bien interpretadas. El 0-1 llegó por mediación de Momo, tras jugada de Araujo que recuperó en banda un balón perdido. El argentino centró y Momo, que venía lanzado por el carril izquierdo, enganchó un gran disparo, inapelable. Los grancanarios habían roto la previsible dinámica del clásico y parecían pintar la mañana con su peligroso juego vertical. Todo ello fue un espejismo, en realidad.
Hubo sedante local y remontada.El partido cambió de mano muy pronto. Las Palmas siguió aceptando el fútbol de choque del Tenerife, que logró ubicar a sus piezas en el campo para abortar el juego combinativo y, en especial, las apariciones de Araujo. El argentino estuvo mucho tiempo aislado, sin conexiones. Y en las jugadas a balón parado apareció el primer peligro del Tenerife. Primero avisó Guarrotxena, en un libre directo, y entre Aridane y Araujo (de forma involuntaria), en un corner, llegó el empate. El Tenerife cogió aire, Las Palmas se dispuso a sufrir la etapa dura del derbi, con todo tipo de calamidades para sus propósitos.
Mazazo psicológico.El 2-1 tuvo un efecto moral inmediato, al inicio de la segunda parte. Sin hacer nada especial, el Tenerife había volteado el marcador y Paco Herrera tomó cartas con tres cambios (salidas de Christian Fernández, Vicente y Guzmán) para cambiar la dinámica del juego. Los amarillos, por primera vez en la temporada, notaban que no tenían bajo su control un partido y su marcador.
Tras el 2-1 se paró el reloj. El gran defecto de Las Palmas fue no encontrar soluciones a través del manual que le había llevado al liderato de la clasificación. El Tenerife retrasó sus piezas para proteger la ventaja; Las Palmas, en cambio, sólo peleó todo hasta el minuto 94 no fue capaz de salvar el partido. No hubo ideas ni ocasiones. El derbi es un hoja más del calendario que deja una anotación en el aire: ahora toca reaccionar de inmediato como un equipo líder, aprendiendo de tan graves e importantes como errores como los que esta vez se apreciaron en el Heliodoro, una temporada más campo maldito.
Horas después supo el equipo de Paco Herrera que la derrota en el derbi viajó paralela con un consuelo, al menos: La derrota no le hace perder la cabeza de la clasificación, que mantiene aunque las apreturas son ahora tremendas en vísperas a recibir al Sporting en la séptima jornada.
Alineaciones:
2 CD Tenerife: Roberto; Moyano, Albizua, Carlos Ruiz, Cámara; Vitolo, Aitor Sanz, Suso, Iker Guarrotxena (Ricardo, 64), Cristo Martín (Maxi, 74) y Aridane (Uli Dávila, 78)
1 UD Las Palmas: Raúl Lizoain; David Simón (Christian Fernández, 46), David García, Aythami Artiles, Ángel López; Javi Castellano, Hernán, Roque Mesa (Vicente Gómez, 54), Nauzet Alemán, Momo (Guzmán, 59) y Araujo
Goles. 0-1, m. 13. Momo culmina con un chut de media volea la jugada de Araujo; Nauzet deja pasar el balón para el disparo del zurdo. 1-1, m. 26. Aridane se anticipa en el primer poste un corner, el sexto de la serie blanquiazul. El balón pareció golpear la cabeza de Araujo, en propia puerta. 2-1, m. 47. Cristo Martín remata en el segundo poste una acción atacante local.
Arbitro: Ricardo De Burgos Bengoetxea (Colegiado Vasco). Mostró tarjetas amarillas a Albizua, Roberto (Tenerife) Christian Fernández, Guzmán y Momo (UD)
Pormenores. 17.064 personas en el Estadio Heliodoro Rodríguez López, con unos 2.000 amarillos en el lateral de la Grada San Sebastián. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del padre del portero blanquiazul, Roberto.