B.P.

El encuentro entre Las Palmas Atlético y el Real Madrid Castilla cruzó dos mundos distintos, dos maneras de entender el fútbol de cantera. La de la UD Las Palmas, basada en la imaginación y en limitaciones de todo tipo, empezando por las propias instalaciones. Y del conjunto blanco, realizada a base de talonario. El trato entre colegas de profesión fue extraño, distante. Josico lo resumía. "Con Zidane; todo lo correcto. Lo justo y necesario. Nos saludamos y él a su papel, a lo suyo". Y, en el campo de juego, miradas y gestos.

La anécdota la sirvió en una acción del primer periodo cuando Álvaro Arencibia cometió falta de forma involuntaria sobre el extremo Burgui. El jugador madridista le negó al teldense la mano cuando éste trató de disculparse. Se percató de ello Adrián que le pidió explicaciones del por qué había rehusado al gesto cortés de su compañero. Y Burgui, miró para otro sin hacerle caso. "¡Bájate de la nube, mi niño!" le dijo el extremo grancanario ... apenas unos minutos antes de firmar el 2-0.