M.B.

Marcelo Silva anotó un gol este martes digno de tener en cuenta. Era su cuarto tanto personal desde que llegó a España, en las filas del Almería. Y los tres anteriores con el conjunto andaluz también tuvieron la misma finalización: testarazo tras acción de pizarra. Lo hizo en Primera, en Segunda y en Copa del Rey. El suyo para el 2-0 frente al Celta fue de una ejecución perfecta: su salto fue limpio, imponiéndose a los zagueros celestes en un buen corner ejecutado por Culio. El charrúa ganó altura con cálculo correcto en todos los movimientos y golpeo certero, lejos de la posición del meta Rubén. Impecable su remate, que ya en otras oportunidades había exhibido en su breve presencia en la actual temporada.

A Silva le funciona la cabeza, sin duda. Su gol es también un recado en un equipo que en las últimas temporadas presenta un déficit realizador en las jugadas de estrategia. El dato más contundente pertenece al ejercicio precedente (2013-14) cuando no fue capaz Las Palmas en la temporada regular y promoción de rentabilizar los corners que ejecutó a su favor. Ninguno de sus 54 goles en la competición completa llegaron por esta modalidad, tan útil cuando hay atasco ofensivo.

A la izquierda, el balón corre en dirección a la portería del Celta, tras ser superado el portero Rubén (C. Torres)

En el vigente campeonato ya suma dos porque a este gol copero hay que añadir el que Aythami Artilesbrindó en la jornada inaugural del torneo regular, frente al Llagostera.

El precedente uruguayo, además también futbolista central defensivo, fue Andrés Lamas, zaguero que en su debut anotó dos tantos de cabeza frente al Albacete en sendas jugadas de estrategia. La fortaleza en el juego aéreo es una de las marcas de identidad de los jugadores de la República Oriental de Uruguay.

Silva es una reválida en la apuesta de la vigente campaña. Su paso titular de momento pertenece a la Copa o en situaciones de relevo, como ha ocurrido recientemente con la quinta amarilla de David García. Jugador interesante a tener en cuenta, del que la afición grancanaria ha podido comprobar este martes una de sus virtudes. Y ante una defensa de Primera División.