Aíto se estrena en la lucha canaria
05/12/2014

El entrenador del Gran Canaria se interesa por la luchada estrella entre el primer clasificado (Almogarén) y el segundo (Tinamar) en el terrero de Valsequillo. Le entusiasmó lo presenciado y ejerció como fotógrafo

B.P.

Aíto García Reneses cumplió con un deseo personal. Tenía nociones del deporte vernáculo de los canarios pero quería verlo en persona. El calendario apretado del Herbalife Gran Canaria, entre Liga ACB y Eurocup, le abrió un hueco para que este viernes acudiera a Valsequillo, con objeto de presenciar el choque entre el primer clasificado de la SuperLiga grancanaria, Almogarén, y el segundo que le sigue las huellas, Tinamar.

El prestigioso técnico de baloncesto quería saber cómo es el esfuerzo de los bregadores sobre la arena. Se le vio entusiasmado por el encuentro, que finalizó 12-10 para el equipo de Valsequillo. Las apreciaciones técnicas del mismo se las facilitó Norberto González Mencara, nuestro compañero de Radio Nacional de España en Canarias y ex presidente de la Federación insular de lucha canaria. González ya ha sido embajador de los terreros, entre otros, de Pedro Martínez o Sergio Lobera. Pero, por si fuera poco, estuvo cerca del banquillo del Tinamar por lo que puso oído a las instrucciones de su colega Juan Coruña con los luchadores de San Mateo.

Y Aíto, además, no dejó pasar la oportunidad para ejercer como fotógrafo y conservar recuerdos de este su debut luchístico. Con su cámara prevista de un excelente teleobjetivo, captó imágenes del encuentro entre valsequilleros y sanmateínos. Y especialmente interesado estuvo, activo, cuando pasadas las 23.30 horas salieron al círculo de brega los puntales Juan Espino Dieppa y Aday Barbuzano.

Al término del encuentro, García Reneses asistió a una sesión de fotos con los deportistas de la arena y con algunos aficionados que se habían percatado de su presencia en el terrero.

Tiene pinta de que en su agenda tan acumulada de trabajo buscará ocasiones para aprender un poco más de esta modalidad donde el chico puede derribar al grande. Él mismo pudo comprobarlo en algunas agarradas.

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