B.P.

Oscar Alvarado está de nuevo en casa. Con su alegría habitual, el grancanario se reintegra a los entrenamientos del Herbalife Gran Canaria y conoce a su nuevo entrenador, Aíto García Reneses, tras el intento de jugar en la Bundesliga en las filas del Bamberg. "Terminé mi ciclo en Alemania. No llegó mi pasaporte (podría tener nacionalidad alemana) y mi casa me ha abierto las puertas. Aquí estoy otra vez", manifestó este martes antes de la sesión matinal del equipo en el Arena.

"Estoy muy contento por volver. Va a ser más fácil de lo normal porque conozco a casi todos. Ahora me toca conocer el juego", mencionó. "Aíto fue muy claro al hablarme. Me ha dicho que disfrute cada minuto que esté aquí para subir mi nivel y ayudar lo que pueda".

La contratación de Oscar se fraguó en horas. El domingo había presenciado como aficionado el derbi, tal y como comentaba, pero "mo sabía nada, ni tenía claro que acabaría aquí. Ahora quiero demostrar mi nivel" como jugador del Gran Canaria.

"Yo amo el baloncesto y disfruto con él. Quiero ayudar a mis compañeros y que seamos un equipo de verdad", reflejó. Su contrato es tempora, pero no pone fechas ni retos más allá de "disfrutar cada momento. Para mí esta situación en casa es un lujo profesional".

"Se me acabó el ciclo anterior porque terminaba mi contrato en el Gran Canaria. Luego, mo salió lo de Alemania por temas burocráticos. No tengo que demostrar nada, no es mi intención, sino mejorar en mi juego", mencionó. "Es un lujo que un entrenador tan importante y tan grande como Aíto me vea entrenar. Para mí es un orgullo".

Se refirió también a la lesión de su compañero Fabio Santana al que espera reencontrarse pronto porque "es un buen amigo y jugador".