Manuel Borrego

¿Era previsible reunir algún día en la misma plantilla a jugadores con tanto talento natural como Valerón, Nauzet Alemán, Jonathan Viera, Momo, Tana o el argentino de Boca, Araujo?. ¿Alguien imaginó alguna vez un racimo de atacantes de este potencial en torno al mismo proyecto?. Futbolistas dotados por dones naturales para realizar lo inimaginable en los metros finales del campo, donde todo lo demás se decide. Jugadores, además, pertenecientes hasta a cuatro distintas generaciones o camadas de la fábrica grancanaria en la mayoría de los casos, con caminos recorridos hasta el retorno a casa. Ese caso es real: Paco Herrera los tiene a su disposición para afrontar el 2015 apasionante que asoma en el horizonte de la Unión Deportiva Las Palmas.

Cada uno ha de asumir su propio papel en el equipo, en el seno de una plantilla donde los egos han de estar al servicio del único objetivo. Se pierde en el tiempo encontrar un ataque amarillo con tanta teórica calidad imaginativa como el que se presenta en el representativo grancanario con piezas como las mencionadas, reunidas en torno a un reto cuyo contenido proporciona la energía para todo lo demás.

El único apéndice reclamado por el entrenador actual, que jamás ha dado una queja sobre el modelo de plantel que se ha confeccionado esta temporada, era la necesidad de encontrar para la segunda vuelta a un jugador diferente, un ilusionista en los metros finales. Por si fuera insuficiente los que ya disponía, desde el 3 de enero podrá disfrutar la UD Las Palmas de dos recambios más con mucha magia: Jonathan Viera y Tana Domínguez. El primero, por su cesión procedente del Standard de Lieja, y el segundo tras abandonar el calvario de su lesión de pubis. Encontrar el mejor fútbol de ambos y ponerlo al servicio del proyecto de ascenso es su reto y el de los propios jugadores.

Y es posible que la UD Las Palmas no hubiese terminado aún de rematar el plantel definitivo para los seis próximos meses de competición. Resulta realmente llamativo que el esfuerzo de la entidad esté volcado en el mercado de invierno para fortalecer uno de sus puntos fuertes de la campaña, porque sigue mostrándose como el equipo más realizador de su categoría. Pero el consejo y comisión deportiva del club quiere dejar incógnitas abiertas o cabos sueltos. La colección de magos y sus compañeros de escenario han de hacer piña. Un océano de grancanarios y de amarillos de todas partes ya están pendientes del número final de este espectáculo.