La UD Las Palmas certificó el triunfo ante el Zaragoza con una heroica defensa de la ventaja cuando tenía ocho jugadores. Pero entre Hernán y Roque Mesa fabricaron un quinto tanto que pasa a la leyenda histórica del club por su garra y amor propio
Manuel Borrego
De la fiesta en el Gran Canaria, con la goleada al Zaragoza, a un final heroico para consolidar la merecida victoria (5-3). Las Palmas logró una gesta al defender su renta 4-1 durante más de veinte minutos, en la que hubo de ejercer con ocho jugadores en el campo por la triple expulsión de Nauzet Alemán, Ángel López y Culio. El equipo tuvo el orgullo y la garra para, no solo conservar la ventaja, sino fortalecerla con un gol de Roque Mesa que pasará a la historia de la entidad. Porque los amarillos lograron marcar el quinto tanto en estas difíciles circunstancias, con la espoleta de una afición (20.400 personas) que dio alas a sus jugadores. La acción de ataque fue de Hernán, profundizando hasta el área tras dejar atrás a una multitud de oponentes, y allí el teldense metió el cuerpo para desviar el balón y sentenciar el partido. Ambición, coraje, orgullo y, sobre todo, hambre de ascenso. Las Palmas sale de este partido todavía más fuerte como candidato a volver a Primera División.
Araujo celebra el primero de sus goles al Zaragoza (C. Torres)
Era un gran partido de fútbol. Las hostilidades ofensivas entre ambos conjuntos se fraguaron desde el túnel de vestuarios. Las Palmas y Zaragoza salieron al terreno de juego a brindar un fútbol de presión y ataque, de ocasiones constantes, sin paralizaciones, buscando ambos lo mismo. Los amarillos interpretaron pronto las posibilidades que existían tras las líneas avanzadas de su oponente. Estaba tan metido en el robo del balón todo el bloque maño que su retaguardia se acercaba hasta el centro del campo. Araujo vio un filón en la estrategia adversaria. Pidió el balón tras el cuarteto de zagueros y cazó varios envíos que convirtió en peligro.
El 1-0 madrugó. El argentino controló con el pecho un pase cruzado de David Simón y enganchó un fuerte chut, imparable, con gesto técnico a la media vuelta. La cosa se encarrilaba con prontitud pero el Zaragoza no dejó que las celebraciones canarias se prolongaran porque, a través de veloces contras, llevaban el mensaje del gol también hasta Casto. La igualada la firmó Pedro, en una acción que los amarillos reclamaron al colegiado como posible fuera de juego de su impulsor, Borja Bastón.
Las mismas pautas se mantuvieron hasta la tregua. La UD siguió generando ocasiones para el 2-1, que se hizo esperar. Nauzet malogró la mejor de las oportunidades al intentar una vaselina en la salida de Bono. El portero la adivinó. Y el colegiado pasó por alto un claro derribo a Vicente Gómez, cuando ya encaraba al meta visitante.
El gol de Nauzet Alemán, era el 2-1 (C. Torres)
Segundo periodo memorable y emotivo. El partido quedaba sentenciado en el inicio de la segunda fase. Nauzet, Araujo y Marcelo Silva llevaron a las redes de Bono las ocasiones amarillas, que encontraron soluciones en su juego ofensivo tras el descanso. Pero todo cambió cuando la fiesta era ya desbordante en la grada, adueñada por la ola. Nauzet fue objeto de una agresión en un contragolpe que el árbitro pasó por alto, pero no la respuesta en la siguiente jugada del grancanario. A esa roja directa siguieron las de Ángel y Culio, por asesoramiento del auxiliar de Piñeiro Crespo. En un abrir y cerrar de ojos el equipo que dominaba pasó a ser dominado con un castigo arbitral fuera de proporciones.
El equipo que estaba lanzado se quedó con ocho jugadores en el campo y le tocó defender a un Zaragoza que fue incapaz de poner más de dos goles en el marcador, ambos por mediación de su ariete de refresco William José. Sin embargo, el momento cumbre de la mañana llegó cuando Roque y Hernán, poseídos por el amor propio, se presentaron en el área maña para marcar el quinto y devolver la tranquilidad canaria que no se vió alterada.
Gran victoria, justicia y ... ahora, tiempo de reflexión porque lo acontecido no ha de caer en vacío.
Alineaciones:
UD Las Palmas: Casto, David Simón, David García, Marcelo Silva, Angel López, Javi Castellano, Roque Mesa (Asdrubal, 94), Vicente Gómez (Christian Fernández, 75), Nauzet Alemán, Culio y Araujo (Hernán, 80)
Real Zaragoza: Bono, Fernández, Lolo (Tato, 81), Cabrera, Rico, Dorca, Basha (Javi Alamo, 60), Ruiz de Galarreta, Pedro, Jaime y Borja (William José, 65)
Goles. 1-0, m. 8. Araujo, tras servicio de David Simón. 1-1, m. 15. Pedro aprovecha a placer una jugada en la que Borja Bastón arranca en posición de ventaja. 2-1, m. 47. Nauzet Alemán, a pase de Araujo. 3-1, m. 54. Marcelo Silva, a la media vuelta. 4-1, m. 63. Araujo, tras servicio de Nauzet. 4-2, m. 85. William José. 5-2, m. 86. Roque Mesa, tras jugada de Hernán. 5-3, m. 93. William José
Arbitro: José Ramón Piñero Crespo (Asturiano). Rojas directas a Nauzet, Angel López y Culio en el minuto 72. Amarillas a Nauzet (UD), Fernández, Pedro, Cabrera y Lolo (Zaragoza).
Pormenores. Estadio de Gran Canaria. 20.440 espectadores. La UD Las Palmas acabó con ocho jugadores: Casto, David Simón, David García, Marcelo Silva, Christian Fernández, Javi Castellano, Hernán y Roque