Valerón: el eficaz actor de reparto
31/01/2015

Manuel Borrego

¿Que pócima ha tomado Valerón que eterniza su sabiduría futbolística?. ¿Por qué siempre suele poseer la lectura correcta de lo que puede ocurrir para cambiar los acontecimientos?. Ya no goza del papel estelar de antaño, en su mejor etapa; ahora es actor de reparto e, incluso, de escenas que se salen del guión original. Casi se ha convertido en 2015 en un especialista. Valerón demostró este sábado el por qué está aquí, soplando la vela que empuja en una dirección. Unas veces con más fuerza que en otras ocasiones. Estaba el equipo atascado ante el Mallorca; se enredaba o se precipitaba durante una larga hora. Su fútbol no tenía más que la claridad del querer con el corazón. Pero la extensión del entrenador en el terreno de juego, que esta vez fue él, se hizo con el mando del partido e hizo que empezara a cambiar todo.

Se metió en el campo de batalla después de estar ausente en seis partidos y de no haber completado alguno en la Liga. Le dijo al balón que se serenara, coordinó los movimientos de Nauzet en la banda derecha, le dio criterio un rato a que el juego de Viera tuviera un aliado y colocó las restantes piezas para que peldaño a peldaño la victoria se fuera haciendo real.

El banquillo o la inactividad no le han hecho perder el compás del campeonato. Está para sacar una solución y recordar a sus compañeros que la ansiedad no es la ruta del éxito. El Valerón de este sábado hizo las cosas exquisitamente sencillas; era el hombre del primer pase para que el juego de los amarillos saliera del laberinto y encontrar las puertas de acceso al área de Cabrero. La inferioridad del Mallorca en esa última media hora fue brutal, porque los bermellones jugaban con uno menos y Las Palmas lo hacía con un director.

Valerón ya no está para galopadas, nunca las utilizó. Tampoco está para eso del fútbol con cuchillos entre los dientes, porque tampoco es su estilo. Está para, cuando lo requiera Herrera, darle un minuto de cordura al resto del alumnado. Por eso, el 2-1 lleva su firma escondida ...

... Y la de Momo. Silencioso, trabajador semana a semana, aparece cinco minutos en el campo para asumir la responsabilidad de un penalti. No le hizo un regate a su responsabilidad. La misma calma, ese instante que separa el acierto del error, lo controló con veteranía y responsabilidad. Por eso tampoco le hacemos desaparecer en este triunfo que tiene pinta de ser más valioso de lo que aparenta.

Momo, felicitado por Nauzet tras el 2-1 (C. Torres)

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