M. B.

Paco Herrera admitió este viernes que no ha preparado otra cosa que no sea el mantener a su equipo fiel a un estilo, pese a la adversidad climatológica que en esta Liga cuenta. Y ello ya lo pudo comprobar la propia UD Las Palmas en su última visita al Llagostera.

El pronóstico para el fin de semana en Lugo es lluvioso; puede incluso que vuelva a caer un manto blanco, pero las perspectivas de que el campo de juego del Angel Carro se mantenga en las mejores condiciones posible -para un partido de fútbol- mantienen en vigilia al cuerpo técnico de la UD Las Palmas, que no quiere ser desleal al estilo de juego que ha llevado a su equipo a la atalaya de la clasificación.

El campo, el rival y las condiciones ambientales no descentran; en cambio sí la posibilidad de que al partido el equipo asista con alguna baja. La más cualificada, a efectos de continuidad en un once titular, es la de Hernán Santana. Dos días sin poderse entrenar con el grupo generan una incógnita en un contexto deportivo donde ya han reaparecido jugadores como Culio y Nauzet, puede volver a su sitio natural el mejor de la Liga en enero (Roque) y siguen orejas tiesas esperando instrucciones futbolistas del relieve de Vicente Gómez o Jonathan Viera.

Sea cuales sean las circunstancias, haga frío o calor, existan o no bajas, Las Palmas intenta repetir el buen encuentro general que ofreció frente al CD Lugo en el partido de ida celebrado en el Gran Canaria. Léase: batalla por la posesión y fútbol combinativo en los últimos metros para reventar al equipo de Quique Setién que está ante su propia disyuntiva: si pierde con el líder podría caer en zona de descenso después de más de seis años, tras 251 partidos de competición en Segunda B y Segunda A (lo apunta Manuel Cordillo en el sitio web futboldelugo.com).

Pero Las Palmas está a otra cosa. Dispuesta a encadenar una racha de victorias que, por fin, generen el colchón de puntos de renta sobre la jauría que sigue tras sus huellas.