"Beckenbauer, el mejor defensa en ataque; atrás, Tonono"
07/03/2015

Noly nos habla sobre la personalidad de su primo hermano Tonono Afonso. Una opinión que no puede completar para aquellas personas que desconocieron todas sus facetas porque "fue irrepetible"

Manuel Borrego

A Noly Afonso (27 de abril de 1949) le cuesta hacerse a la idea de que en 2015 habrán pasado ya cuarenta años de la muerte de su primo hermano, Tonono Afonso; a su vez compañero, camarada, capitán, amigo y maestro en la Unión Deportiva Las Palmas. Mencionar su nombre es rescatar la añoranza de un ser querido, hijo de su tío aruquense Antonio y mentor futbolístico. Pasado este tiempo, el imborrable primer recuerdo que marca en él era la humanidad de Tonono, "para mí, un gran capitán de verdad en Las Palmas" empieza a relatar a Tinta Amarilla con motivo de nuestro serial sobre la gran figura del fútbol canario. "Yo era un niño, empezaba en los juveniles de la UD Las Palmas. Las cosas antes eran distintas. Mi primo me decía siempre que los días de partido le esperara en la puerta 0 del estadio, para que cuando ellos llegaran de Bandama, porque él me entraba con los jugadores. Y así lo hacía siempre. Fui un privilegiado porque tenía la oportunidad de estar cerca de mis ídolos, de pedir autógrafos para las estampas. Luego veía los encuentros de Las Palmas en la grada de Fedora. Era muy flaquito y cabía entre los hierros que separaban los graderíos del viejo Insular. Así me pasaba de Tribuna para el otro lado; al contrario no te dejaban".

Manuel Afonso tenía su ritual futbolístico entonces. Saboreaba los partidos de los sábados con sus amigos de la infancia, en el cemento de Naciente. Y, luego, como jugador de la primera plantilla del club. "¡Que golazo marcó Tonono al Celta!. Uno de los mejores que he visto en mi carrera (temporada 1973-74). En ese momento ya era Noly compañero en la UD Las Palmas del deportista que le marcó para siempre. "Le vi jugar infinidad de veces. Él era único. Me quedo entre todas con esa jugada porque era raro verle marcar. Cuando lo hizo metió un gol inolvidable, un disparo desde la línea medular; cañonazo a la escuadra. Fue una gran alegría. Cierro los ojos y aún veo toda la acción y la celebración que aquel gol provocó en el Insular".

Noly fue un centrocampista de brega en sus diez temporadas en la UD Las Palmas, con presencia en aquel memorable equipo del 78, subcampeón de la Copa del Rey. Tuvo la fortuna de llegar a tiempo para conocer futbolísticamente a la que es hasta ahora la mejor generación de jugadores canarios de la historia. "¿Quién me lo iba a decir a mí, que estaría con todos ellos en el mismo vestuario?. Por supuesto, Tonono fue un referente personal. Conmigo él no tenía trato diferencial aunque he de confesar que me salvó de la oleada de bromas que siempre se realizaban a los novatos. Su personalidad era tal que ... a mí me dejaron tranquilo".

Noly, en un pose para la entrevista con Tinta Amarilla (C. Torres)

Anécdotas con Félix

Porque una manera de hacer equipo, en aquella época tan imaginativa, era el capítulo de las anécdotas que forzaban los propios jugadores. "Tonono era nuestro capitán. Era un hombre serio y recto, jamás cambiaba su tono de voz salvo cuando se enfadaba. Por eso no sabías si lo que decía era o no una broma. Había que conocerle bien", advierte. "Le cogió el número a Félix Marrero, que venía de los juveniles campeones de España. Él podría contar muchas de esas anécdotas. En la primera concentración suya en el hotel Bandama, Tonono se le acercó y le dijo al Feo: "Oiga, venga usted aquí. Le veo demasiado crecido en el equipo", en tono serio. "Ponga usted los pies sobre la tierra y tenga mucho ojito". Tonono se lo dijo sin cambiar el semblante y luego siguió jugando a las cartas; pero tuvo que interrumpir la partida para consolar a Félix, porque le había dejado llorando en el hall. La personalidad de mi primo impresionó mucho a Félix y a otros, hasta que comprendió que era una broma".

En otra ocasión, en un viaje a la Península, también sucedió otro episodio humorístico con los mismos protagonistas. "Tonono, como capitán, nos repartía el dinero de las dietas en un sobre individual, antes del viaje. Se los entregó a todos los jugadores pero no a Félix, a quien citó para cuando el equipo llegara a su destino. Tras el viaje, convocó a don Jesús García Panasco y a Félix Marrero para una reunión con él. Y allí le dijo al secretario general: "Mire don Jesús. Este chico nuevo no está de acuerdo con el dinero de las dietas. Arréglelo usted con él porque yo no lo consigo" (risas de Noly). Félix se puso colorado y entonces aclaró que no era así. Don Jesús estaba serio mirándole, seguro que muerto de la risa por dentro".

Sin embargo, recuerda Noly que Tonono intervino "para que Félix tuviera un contrato profesional acorde con su papel en el equipo. Él daba la cara por los compañeros, como un verdadero capitán. Si había algún lesionado, se organizaba una visita a la casa. Por ejemplo, le pasó a Pacuco Rosales tras ser operado. En ese momento se enteró de que su contrato no estaba arreglado en el club y, tras la visita, se fue directamente a ver a García Panasco para hacer una gestión personal. Esas cosas ya no se ven".

Gestos de ese tipo eran abundantes en el capitán aruquense. "Cuando estaba de broma, estaba de broma. Pero las cosas serias las abordada con mucho interés. Era solidario con todo el mundo, no solo con sus compañeros. Una vez cada varias semanas organizaba visitas a San Juan de Dios para ver a los niños. Allí había un solar para jugar al fútbol. Cuando íbamos, Tonono se desvivía por ellos", matiza Noly. "Tras su muerte y el gran sepelio que hubo en Arucas, nos contó el párroco que Tonono tenía la costumbre de acercarse a la iglesia y entregar de forma asidua algunas cantidades de dinero. Lo hacía con dos condiciones: que nunca se supiera y que el destino de esas pesetas fuera para las personas más necesitadas de Arucas. Él las conocía y, en la sombra, les ayudaba. Nunca se contó este hecho, nosotros lo supimos cuando ya no estaba en vida".

Otro detalle que fue muy comentado por la plantilla de la UD Las Palmas se refiere a la ayuda que Tonono proporcionó a una persona que limpiaba los coches de los jugadores en el Insular. "Se llamaba Tejera y, por desgracia, perdió parcialmente la movilidad. Tonono se interesó mucho por él. Le pagó médico, rehabilitador e, incluso, le ayudó a conseguir una labor en la venta de la lotería. Él se desvivía por las personas que sufrían".

El amistoso frente al Bayern

La opinión futbolística de Noly sobre su primo y compañero es excelsa: "Nunca hubo otro jugador como él en el terreno de juego. Conocía como nadie su profesión. Siempre estaba bien colocado en el campo y eso lo demostraba en los cruces. Nunca llegaba tarde, técnicamente además era muy bueno. Para mí, los dos mejores defensas mundiales son Beckenbuer y Tonono. Pero también así los distingo: Beckenbauer, el mejor en ataque; Tonono, el mejor atrás". En el amistoso entre la UD Las Palmas y el Bayern de Munich (agosto de 1972) ambos se cruzaron en el Estadio Insular. "Fue un momento único. Se generó una gran expectación para ese partido, con ellos dos además. Se buscaron para hacerle la foto. Yo estaba como en un sueño porque allí estaban los dos mejores líberos de la época. Quería cambiarle mi camiseta a Beckenbauer tras el encuentro, pero llegué tarde ... se me adelantó alguien. No recuerdo qué compañero"

"La gente me decía: ¡qué impecable es Tonono!, sin dar una patada. Yo le conocí de cerca. No era duro, era contundente. Parecía que no, pero sabía meter siempre el cuerpo. No se le podía hacer un regate y si te marcaba, se acabó. Una vez", revive, "en un entrenamiento intenté zafarme con un caño a Tonono. Al intentar colar el balón ... se quedó enredado en sus piernas. Me cogió del pantalón y casi me lo pone en el piso. "¿Qué es lo que haces, me lo pretendes hacer a mí?", me dijo. Le tuve que explicar que no tenía otra salida ... solo verle impresionaba".

A Noly le habría gustado que muchas de las tertulias en las que participa poderlas ilustrar con imágenes o vídeos de Tonono, de su manera de estar en el campo o liderar a un equipo de fútbol. "Por eso me acuerdo de unas palabras de Ángel Cappa al referirse a la etapa de Maradona en el Calcio, tras su paso por el Barcelona. Es imposible explicar con justicia lo que era aquel jugador. Quizá por eso aparecieron unos carteles en un cementerio de Nápoles hablando de Maradona. Decía: "Ustedes no saben lo que se han perdido". Pues algo así me pasa cuando hablo a otras personas de mi primo, Tonono. Fue irrepetible".

 

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