Germán Luzardo, un caballero del deporte
18/03/2015

Por José Hernández

Tras el disgusto del pasado domingo con el fallecimiento de Antonio Betancortnos llega ahora, sólo cuarenta y ocho horas después, la triste noticia de la muerte a los 84 años de edad de Germán Luzardo. Con eso nos topamos cuando ojeamos los periódicos a primera hora de la mañana. Una tremenda bocanada de aire frío nos recorre el cuerpo, señal inequívoca que algo se desprende de nosotros para siempre.

Conocimos a Germán cuando era secretario provincial de la Delegación Nacional de Educación Física, siendo titular Fernando Navarro Valle. Era su hombre de confianza en aquellos momentos, hombre absolutamente discreto a la vez que eficaz en su trabajo y resolutivo, en época difícil, donde había que negociar mucho lo de Canarias con Madrid. Formaron un tándem perfecto, pero lo positivo que aportaba Germán es que sabía adaptarse sin estar en primer plano.

Su labor en el Ayuntamiento capitalino también fue ejemplar. Aún se recuerda como impulsó los cursillos de verano (Verano y Deporte) en las distintas canchas del municipio. Sacó máximo rendimiento a las canchas de los Centros Escolares para invadirla de niños y niñas, de donde salieron grandes deportistas, y no podemos olvidar su labor, como secretario del club, para reflotar un Real Club Nautico que andaba a la deriva, con graves problemas económicos. Juan Marrero Portugués cuando accedió a la presidencia se lo llevó con él, pues ya tenía consciencia de su eficacia y capacidad de trabajo. La relación de Juan Marrero y Germán Luzardo se gestó en la Caja de Ahorros, cuando el primero era Director General. En el mundo del deporte se le conoce por diversas facetas, las más importantes relacionadas con la Federación de Fútbol o la gestión de la Ciudad Deportiva, en Martín Freire.

En 2012 le volvimos a ver en aquel acto de reconocimiento a los Diablillos Amarillos, con motivo del cincuentenario de la gesta, en la que él fue partícipe como vicepresidente entonces de la Federación de Fútbol. Pasados tantos años, en aquella cita recibió el cariño de todos aquellos a los que ayudó a llegar tan lejos en el deporte.

Se nos ha ido un gestor a la antigua usanza. No le gustaba salir en la foto. No quería protagonismo, pero todos sabíamos que su opinión era oro molido. Sabía trabajar en la trastienda, y la verdad era un gusto hablar con él, para conocer el entresijo que rodea el deporte. Su salud, últimamente le había sacudido muy fuerte, sobre todo a raíz del fallecimiento de su esposa. Se nos ha ido todo un caballero del deporte.

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