Ortuño le quita los grilletes al Chino
28/03/2015

El argentino acaba con 871 minutos de sequía acoplándose a un nuevo socio para el ataque. La UD busca soluciones a su atasco, los rivales han de mover ficha otra vez

M. B.

Sergio Araujo logró ser trending topic en España durante el partido de la UD Las Palmas contra la Ponferradina. Era noticia más comentada porque, con su primer tanto en la portería del rumano Dinu Moldovan, el argentino de Boca destrozaba así el argumento de sus pesadillas. Habían terminado en ese momento, tras una jugada personal con regalo defensivo del Bierzo, 871 minutos de su sequía goleadora (en juego) que recorría diez partidos, desde el 5-3 frente al Zaragoza.

Era de noche pero salió el sol para el xeneize. Y fue posible porque él mismo recuperó la movilidad y el disparo; y porque encontró un socio que le quitó grilletes. Paco Herrera ya había probado con esta dupla en Soria, con nula productividad en cuanto a goles, que no en sensaciones. Pero tuvo juicio el entrenador para repetirla de forma exitosa frente al conjunto de Ponferrada.

Alfredo Ortuño fue el delantero que se situó entre los centrales. Recibía de espaldas, combinaba de forma sencilla. E, incluso, peleaba todos esos balones imposibles en el juego directo, de escasa utilización habitual en la UD Las Palmas. "Estoy feliz porque hemos ganado, porque marcó Araujo por fin y porque también lo hice yo", confesaba el delantero nacido en Yecla, fichaje invernal.

Su presencia descentró las miradas defensivas de la Ponferradina. Había que estar atentos a Araujo pero también al otro ariete. El argentino se sintió liberado. Tuvo 'free card' para moverse por la derecha, por la izquierda, por el centro; para alejarse del área y luego aparecer. Levantaba la mano pidiendo el balón que, a veces, procedía del propio Ortuño. Araujo comenzó a sonreír a los 12 minutos pese a que el primer impulso le hizo taponarse los oídos. Un gesto de rabia compensado por la satisfacción del goleador que alcanza su primer objetivo.

"Creo que Sergio y yo nos podemos entender bien en el terreno de juego". La frase la pronunció Ortuño desde el primer día de estancia en Gran Canaria, aquel de su presentación cuando pronosticó dos dígitos en su contribución goleadora de amarillo. La ha repetido algunas veces y ha convencido al cuerpo técnico, que ha encontrado una solución a un atasco que no dejaba avanzar a la UD Las Palmas y que focalizó no pocos comentarios del propio Herrera.

Los dos nuevos socios del gol se entendieron de manera abundante y solidaria. No sólo en el remate sino en la presión, la pelea y las recuperaciones, una de las virtudes de la UD Las Palmas esta temporada. Brota precisamente desde el más avanzado. Y, por si fuera poco, Nauzet también interpretó la posibilidad de un tridente con sus sorpresivas apariciones, que tendrá que aplazar en la próxima jornada porque cumple partido de sanción.

Con el sacrificio de Ortuño y la voluntad de Araujo la UD Las Palmas ha abierto una nueva página en su libro de ruta. El equipo que ha destacado por su capacidad realizadora, curiosamente, puede haber resuelto un problema. Le genera quebraderos de cabeza a los rivales. Ahora han de mover ficha porque el candidato amarillo reanuda su marcha. Y lo hace con goles, alegría y ovaciones. ¡Bienvenido sea!.

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