B.P.

"Ojalá algún día David Silva pueda retirarse vistiendo la camiseta amarilla". Esas palabras las expresó en público el presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, en su intervención previa al reciente derbi con el CD Tenerife. El titular del consejo de administración siempre se ha expresado con halagos hacia el hoy jugador del Manchester City, que no tuvo paso por la entidad grancanaria porque en aquel momento de su eclosión deportiva el Valencia CF le hizo las maletas para empezar su andadura.

Pero este lunes ha sido Silva quien, en una entrevista con Radio Marca y ante el periodista Paco García Caridad, le ha devuelto el deseo en sentido inverso. "Si tuviera que volver al Valencia, no lo descartaría", dijo el zurdo de Arguineguín antes de sentenciar: "Sin embargo, me gustaría jugar y retirarme en la UD Las Palmas".

Silva analizaba el momento de la selección nacional en vísperas al partido amistoso con Holanda, donde se especula que puede producirse el debut oficial con la Roja del también grancanario Vitolo Machín.

Su acercamiento a la UD Las Palmas es mayor si cabe desde la llegada de Juan Carlos Valerón, que regresó a la entidad amarilla en 2013 y que podría ser su embajador en esta hipotética vuelta. Advirtió que se encontraba a gusto en Manchester, donde "hemos conseguido dos Ligas, Copas, ... nos falta dar un paso más en la Champions".

Pero en todo este proceso lejos de su tierra, Silva siempre ha tenido detalles con la UD Las Palmas en sus cuentas personales, trasladando mensajes de aliento al club amarillo cuando estuvo inmerso en las dos batallas por el ascenso a Primera División de las recientes promociones.

El tiempo dirá si el deseo de Ramírez y el recíproco de David Silva (29 años) llegan a enlazarse. Remata este escenario la política de repatriaciones que emprendió desde hace algunas temporadas el actual consejo de administración de la UD Las Palmas. Jonathan Viera, repescado en el pasado mercado invernal, era el número 16 de los jugadores retornados. Silva, sin pasado en el representativo grancanario, parece sentir que su destino último es el amarillo. El tiempo dirá.