Manuel Borrego
El Gran Canaria Arena olía y sonaba este miércoles como su hermano el Centro Insular de Deportes. Todo salió sobre ruedas, porque era de justicia. Ese último minuto de partido fue memorable, con el aforo de la instalación al completo en pie generando el desenlace. Situaciones así ya se han vivido antes en la otra instalación. Por tratarse de un momento sublime para el deporte de Gran Canaria y de Canarias en general, quizá se podría asimilar al punto que faltaba por anotar al Guaguas de voleibol para coronarse por primera vez campeón de Copa. Antes de que Chava Jiménez diera el último toque, la afición se puso en pie en cerrada ovación anticipando la jugada.
El Gran Canaria con Aíto García Reneses -y así quedará para la historia- ya tiene su primera gesta, que aún podría completar contra el temido Khimki. Pero el Granca no ha conocido fronteras en Europa; las ha desbordado todas con 21 triunfos de 22 posibles, a ritmo de récord. Se ha metido en la segunda final continental en orden jerárquico, tras la Euroliga. Ese premio está tras un nuevo triunfo global sobre los siguientes rusos. Ha entrado en la final y lo hace por la puerta grande, ganando los dos partidos al Unics Kazán y haciéndose notar como equipo importante. A la postre, en el balance global de esta doble eliminatoria, tuvo un decisivo devenir esos primeros minutos del encuentro de ida disputado en el Basket Hall de Kazán, cuando se resquebrajó la semifinal con el 0-9 de salida. Ese tanteador fue una pesada carga desde entonces que no supo ni pudo remontar el conjunto de Sergey Pashutin, sin duda el más cualificado de cuantos se ha encontrado en su paso europeo. Lo ha demostrado este miércoles en el Arena, haciendo trabajar duro a los amarillos para poder sellar el billete a la final.
La eliminatoria nunca estuvo bajo control de Kazán, que vivió a remolque hasta 21 puntos de desventaja general, localizado en el tercer cuarto de este segundo encuentro. Porque había un equipo creyente en que se podía. Y contagió a todos. La victoria fue, además, pieza cotizada por el propio Aíto, utilizando los últimos tiempos muertos para ganar el encuentro. El aire del triunfo sana heridas, comentarios y rescata las lágrimas. Estas fueron de alegría y no las pudo ocultar el presidente Joaquín Costaen el palco, nutrido como no se había visto antes en la Eurocup. La procesión va por dentro. Este miércoles 8 de abril se ha enriquecido el arcano del club. Con todos los honores ... pero aún hay más.