B.P.

No va más. 9.865 plazas disponibles este viernes en el Gran Canaria Arena quedarán cubiertas por completo, tras el cierre del taquillaje absoluto del recinto. La final-ida de la Eurocup ya es un éxito anticipado. El desenlace, una incógnita. Se enfrentan dos estilos de vida; uno consolidado con la ilusión del que se estrena en una gran cita internacional, enfrentando al poder de los rublos para confeccionar el equipo que le otorgue un protagonismo perdido parcialmente en el resto de las competiciones. Las 10.000 voces canarias frente a un equipo de estrellas del deporte. Los primeros 40 minutos de una gran batalla están servidos para las 19.45 horas de este viernes.

El Gran Canaria guarda recelosamente las recuperaciones de sus tocados. Newley estará para el partido; pero también el ausente Popovic en el bando ruso, que habría logrado colocar sus plazos en dirección a la cita del Arena grancanario. "Si logramos un resultado importante, el partido de vuelta en casa será determinante" pronosticó convencido Rimas Kurtinaitis, el técnico prestigioso del Khimki moscovita.

En pocas parcelas del juego previas el Gran Canaria puede sentirse superior a su oponente en la finalísima. Pero la labor de equipo es la que predomina en los hombres de Aíto García Reneses. Ese fue el arma que utilizaron los amarillos para derrotar y derribar al Unics Kazán en las semifinales; antes al Karsiyaka turco. La salida del primer encuentro de semifinales resultó determinante. El equipo de Aíto estuvo a un doscientos por ciento de revoluciones y puso un parcial que sería insalvable para los rusos del Kazán.

Coordinación, intensidad y un juego interior temible con los largos brazos de Tavares. Esas tres premisas avalan la ilusión de Gran Canaria, a quien le iría mejor un doble encuentro con pocos puntos. Porque si de lo que se trata es de resolver el título a base de canastas, el Khimki de Moscú tiene argumentos suficientes para llevar muy alto su marcador en los dos encuentros.

Davis de Tavares, Oliver de Rice

Los pivots del Khimki han analizado el juego del 2.20 caboverdiano. Paul Davis habló de ello antes de la partida: "Es un especialista en el bloqueo de tiros y, sin duda, un jugador diferente a cualquier pivot que podamos encontrar en Rusia. Pero su presencia no nos hace cambiar nuestro estilo de juego". De un avance de lo que pretende hacer el Khimki en la zona del Gran Canaria. "No iremos al juego del uno contra uno, pero nos vamos a centrar una batalla y jugar tan duro como harán ellos. Si estamos concentrados y realizamos nuestro juego habitual, será suficiente" para ganar la final.

Uno de los principales problemas que han de resolver los técnicos del Gran Canaria, en las sesiones finales antes del encuentro del viernes, es cómo parar al hombre balón del club de Moscú. Rice es una amenaza inequívoca, porque pone el ritmo que más le conviene a su equipo. Lento cuando le interesa y rápido cuando le beneficia. Tira, corre, asiste, ... mucho juego de ataque en el Khimki gira en torno a una acción genial. Pero tras él, un auténtico arsenal que pieza a pieza hace generar la confianza al técnico lituano.

Sobre la defensa al director de orquesta del Khimki reconoció Albert Oliver que "tenemos una papeleta complicada. Rice está jugando muy bien y el año pasado fue MVP de la Final Four de la Euroliga". También se refirió al tirador Koponen y al base "Popovic, que es posible que juegue aunque estuviera lesionado. Son tres bases de mucho nivel pero intentaremos que nos sea lo más cómodo posible. También es verdad que tienen mucha calidad, pueden meter de muchas formas y vamos a intentar ponérselo lo más difícil posible".

Pero el Gran Canaria es un rival también imprevisible. Si enfucha el modo Europa puede reventar las apuestas. Está en ello desde hace meses en esta competición al que le ha cogido la medida.

A falta de los remates finales del histórico primer partido de la final, estos son los datos estadísticos que emanan de la participaciones de isleños y rusos en la Eurocup: