M.B.

Son los propios jugadores de la UD Las Palmas los que expresan esta misma semana y en público la necesidad de hacer o aproximarse a un pleno de siete partidos en la recta final del campeonato. En realidad, de lo que hablan es de la cadena de victorias que no han logrado enlazar hasta ahora en todo el campeonato, con un mejor parcial de tres triunfos en la primera vuelta. Pero, con los rincones del campeonato, eso fue insuficiente.

Los 71 puntos actuales del Betis ya son números de ascenso directo. Su ritmo de competición, sin embargo, ha de mantenerlo. El asalto a la posición del Girona es el primer objetivo de cuantos se podrían enumerar llegado este instante, en que Las Palmas con 60 puntos tiene ante sí los retos finales de la temporada.

El listón del subcampeonato es imprevisible, como se ha demostrado desde que la Segunda División tiene 22 equipos (inicio en 1997). Ese segundo puesto ha viajado desde los 67 puntos -el más barato- obra de Osasuna en 2000, año en que Las Palmas fue campeón de Liga con 72 puntos, uno más que el Betis actual por ejemplo. Y el segundo puesto más complicado fue obra del RC Celta de Vigo, de Paco Herrera, en 2012. Sus 85 puntos son inalcanzables para Las Palmas actualmente. Solo Betis y Girona estarían aún en condiciones de rebasarle.

Las posibilidades de lograr esa empresa actual, luego de sentir que el primer puesto de la tabla es un reto que ya no tiene en sus manos, crecerán para la UD Las Palmas cuando su cosecha de puntos se aproxime a los 80. Ha de recortar sólo con dos equipos que le preceden y tiene que discutir un total de 21, 12 de ellos en el Estadio de Gran Canaria pero que resultarían insuficientes ya.

Con esta meta claramente definida solo queda añadir que, tras el objetivo a largo plazo, se esconde una manera de afrontarlo. Primero Sabadell y solamente Sabadell.