Paco Castellano ha sido el jugador que más cerca desarrolló su carrera con el mítico central de Arucas. En su debut en la UD Las Palmas le tranquilizó. "Siempre estaba detrás, como un reloj, por si yo fallaba"
Manuel Borrego
Cuando a Paco Castellano se le menciona el nombre de Tonono Afonso un torbellino de ideas se ponen en marcha en su arcano personal. Al fin y al cabo, el defensa internacional ha podido ser la persona que más cerca vivió la trayectoria profesional de Tonono, la que convivió futbolísticamente codo con codo con el legendario jugador aruquense que falleció hace cuatro décadas. En la hoja de servicios de Paco figuran 433 encuentros oficiales con la UD Las Palmas y la mayoría teniendo a su lado, en el centro de la zaga, a un jugador que fue su compañero, su amigo, su hermano y hasta cierto punto su maestro profesional. No es un afirmación nuestra, es la consideración que quedó en él. Paco es uno de las figuras claves en la vida deportiva de Tonono y viceversa.
"Tonono fue un gran jugador; es verdad. Pero fue una persona maravillosa. Fue el hombre que me enseñó. Todo lo que tenía dentro me lo entregó para ayudarme muchísimo en mi carrera profesional", rememora. "Todavía me acuerdo de mi debut. Tuvo una conversación conmigo" en vísperas del 13 de septiembre de 1964, cuando Paco se estrenaba en la Liga nada menos que contra el FC Barcelona (2-1). "Me dijo: juega como tú sabes hacer, juega tranquilo. Yo estoy a tu espalda cuidando. En ese momento me echó una mano tremenda, me hizo sentir seguro antes de saltar al campo. Tonono se convirtió en mi hermano. Siempre nos llevamos bien".
Esa relación creció. Y el central aruquense ya solo le tenía que recordar a su hombre de confianza que "siguiera al contrario", me pedía. "Yo estoy detrás, recuérdalo". Esa forma de decir las cosas hacía que uno se sintiera confiado en lo que estaba realizando. Yo me crecía cuando estaba al lado de Tonono".
Veía las jugadas antes de que sucedieran
"Es cierto que he sido el jugador que más cerca ha estado en el campo durante la carrera de Tonono y él en la mía. Habíamos jugado juntos incluso en juveniles, cuando él estaba aún en el Arucas. Llegó antes a la Unión Deportiva Las Palmas", rememora, "y yo era ya su admirador. Era un espectáculo. Un periodista, que creo que fue Antonio Ayala del Eco, le definió como un reloj que nunca fallaba. Era cierta esa definición. Lo sé porque estuve a su lado"
La observación de Castellano sobre su compañero es precisa. "Él era un defensa que veía las jugadas antes de que sucedieran. Esa era su ventaja sobre el resto y sobre los delanteros especialmente. Tenía una intuición especial para saber quién pasaba y hacia dónde iba la jugada. Parece que todo lo tenía estudiado, siempre estaba en el momento justo para cortar con limpieza el juego adversario. Eso se lo he visto a pocos, pero ninguno como él".
"Era un jugador con mentalidad defensiva, pero nunca dio un pelotazo. Quería jugar el balón desde tan atrás. Todo lo que era difícil de medio campo para atrás, Tonono lo hacía con facilidad. Era un líder en el campo. Desde ahí buscaba al compañero", recuerdo. "Su fútbol era sencillo; lo hacía tan fácil que los que jugamos sabemos que es algo complicado luego de realizar por las circunstancias de los partidos. Los que jugaron a su lado aprendimos muchísimo. En primer lugar: su serenidad. Ya podía venir el mejor equipo del mundo que Tonono siempre era el mismo, nunca nervioso. Tenía una seguridad en sí mismo, algo que le hacía diferente. Por eso mi misión a su lado era estar ordenado, siempre asintiendo a sus mensajes ... porque él estaba detrás y era mi garantía".
El liderato y Suecia
"Yo me complementé muy bien con él; hicimos muy buenas campañas. Toda mi carrera está a su lado, cerca de catorce años juntos. Nos faltó nada más lograr algo importante como aquel año que estuvimos cerca del título de Liga. Lo tuvimos casi en las manos ... pero no pudimos conquistarlo. Nos sentíamos grandes; llegamos a estar en la cabeza de la clasificación. La derrota frente al Madrid, 2-1, ... me acuerdo aún que todo el mundo dijo que nos habían ‘robado' el partido. Pero esto es así".
Tonono estuvo en el estreno liguero de Paco y también en el internacional. El célebre partido de Malmoe es un hito para el fútbol de Canarias porque aquel 2 de mayo de 1968 jugaron cinco canarios frente a Suecia (1-1). "Fue un viaje precioso en todos los aspectos. Había siete canarios en el grupo. Fue mi debut internacional aunque no lo hice de entrada. Jugaron Tonono y Gallego, pero me tocó a mí con Tonono en el segundo tiempo. Y además marcó un gol, tuve la fortuna de conseguirlo con un disparo con la izquierda que se fue al ángulo. ¡Cómo me voy a olvidar!".
Sin embargo, no hay un momento para él diferente en Tonono. "Todos los partidos, con independencia del rival, era un jugador destacado en nuestro equipo. Siempre regular, nunca un fallo, era rápido, listo y elegante con el balón. No puedo recordar uno mejor que otro porque siempre era el mismo Tonono"
Paco Castellano señala a Tonono, en una de las imágenes que decoran el bar Tatono, en las inmediaciones del Estadio Insular (C. Torres)
"El era solidario con los compañeros. En mi caso, tengo que decir que destaco a Juan Guedes porque en aquel momento me hizo una gestión en el club que me resolvió muchas cosas", revive. "Contarlo hoy parece extraño decirlo, pero en aquella época los jugadores de la Unión Deportiva Las Palmas éramos o parecíamos de una misma familia. Predominaba la unión entre todos, sin fisuras. Nos reuníamos con nuestras esposas para salir, generando un buen ambiente que nunca se alteró. Para mí, en ese grupo habían tres máximos responsables de llevar al colectivo. Lo fueron Tonono, también Guedes y Germán. Eran nuestros referentes y las personas que ayudaron a los demás a conseguir todo lo personal y deportivo de la época".
La muerte fue una sorpresa
Paco Castellano fue objeto de bromas, como no podía ser de otra manera, de un serio Tonono que desconcertaba. "Me tocaron muchísimas. Viví anécdotas que realmente agradecíamos porque hacían más llevaderas los viajes y las ausencias de casa. Con Tonono había algo especial. Porque yo no utilizaba mi maleta de viaje para llevar el tabaco ‘de contrabando' a la Península. Sin embargo ellos me pidieron que les sacara del Aeropuerto (de llegada) algunos bultos en los que transportaban algunos cartones. Ese era un dinerillo extra que nos venía muy bien, porque los salarios de aquella época no cubrían todo. Tonono me dio instrucciones. Y me dijo que, en caso de que me cogiera (la policía de aduanas), "pasa por nuestro lado silbando para saber que esa es la señal".
Aquel 9 de junio de 1975 es una fecha que ninguno de los amarillos de la época la olvidan. Paco Castellano la vivió de forma especial, porque se encontraba en sus primeros pasos para ser en el futuro entrenador. La noticia la conoció casi como el resto de los jugadores de la UD Las Palmas. "Estaba en la sede de la Federación, realizando mis gestiones para el título de entrenador. Y entonces, de sopetón, aparecieron imágenes de Tonono en un televisor. Y allí se daba la noticia de su muerte. Fue un disgusto muy grande, porque a nadie se nos pasó por la mente que esto iba a ocurrir. Fue distinto al caso de Guedes, cuya enfermedad y fallecimiento tuvo un proceso. Tonono se había entrenado con nosotros apenas hacía un par de días y, de repente, se nos fue. Fue un impacto muy grande que aún hoy lo sentimos. Luego, todo el sepelio, se convirtió en una enorme manifestación. Porque se había portado de maravilla con mucha gente, le querían mucho en todas partes".
Fotos: C. Torres