Manuel Borrego

Quedaba por saber si Jonathan Viera se volvería a encontrar a sí mismo tras los últimos meses de 2014, especialmente a causa de su pérdida futbolística en el club que posee ahora los derechos federativos: Standard de Lieja. Había incertidumbre en descubrir si Jony iba a ser el jugador deslumbrante, imaginativo, generoso y, también, goleador que se conoció en la UD Las Palmas entre 2010 a 2012, en una etapa de intentos por evitar el descenso de categoría aunque aparecieron las primeras señales de un salto cualitativo en el club. Una a una cada interrogante las fue despejando y, tras recuperarse de aquella inoportuna lesión de fibras que sufrió cuando mejor estaba ante el Betis, Viera ha vuelto con fuerza en un momento en que la UD Las Palmas necesitaba un líder para su ataque.

El Jonathan Viera de esta segunda vuelta es el más realizador de cuantos actuaron en la Liga con UD Las Palmas. Ha anotado en tres de los cuatro últimos partidos (en realidad, ha marcado en las tres últimas victorias del equipo abriendo marcadores ante Sabadell, Recreativo y Osasuna). También lo hizo el día de su debut en Vitoria. En 10 de los puntos de la UD Las Palmas está su firma con gol; en los nueve últimos, los que vuelven a dar carburante a la esperanza, especialmente él.

Es el Jonathan Viera prometido porque, además de su fútbol de alta calidad, está añadiendo compromiso y sacrificio. Es un jugador entregado a la causa y así lo expresa en el terreno de juego. Se le ha visto correr en dirección opuesta para colaborar en la recuperación de balones o en la ayuda a compañeros de retaguardia. Y se le ha visto presionar, avanzar y disparar buscando aventura, como el 0-1 que iluminó la noche canaria en Pamplona.

Cuando afirmamos que el Viera actual es el más goleador de cuantos eran conocidos en la UD nos apoyamos en la frecuencia de tantos por minutos. Ahora, tras esos tres goles tan importantes del último mes, se sitúa en un promedio de un gol cada 208 minutos en juego; mejorando sus propios datos de 2011 y 2012. En esa segunda campaña, antes del traspaso al Valencia, había firmado 9 goles y 12 asistencias, siendo el jugador más importante del ataque grancanario por su fácil sociedad con los compañeros.

Entender el fútbol de Jonathan es sencillo. Hacerlo ahora, además, tendrá una trascendencia notable para la UD Las Palmas porque la pérdida de Nauzet Alemán dejaba un hueco muy complicado de cubrir para Paco Herrera, que experimentaba con piezas, sistemas y modelos de juego sin encontrar la solución. Sin embargo Viera, en su madurez profesional (25), asumió ese encargo. Quizá es más responsabilidad de la que él mismo esperaba cuando aterrizó en su vuelta, en el mercado invernal. Está y sus actuaciones comienzan a ser definitivas. Los brotes verdes de la nueva ilusión él los mima con su propia reinvención.