M.B.

"Esto es fútbol. ¿Cómo le ha cambiado la vida a Nili Perdomo en cuestión de días?". Así se expresaba esta semana el entrenador culpable del cambio de rumbo del jugador que este domingo hizo su debut oficial con la UD Las Palmas. Mingo Oramas, el técnico que decidió el paso del jugador de extremo a lateral diestro, es también uno de los sorprendidos del salto cualitativo que ha dado el futbolista del filial, que se ha convertido en el tercer debut de cantera en esta etapa de Paco Herrera al frente del equipo. Antes lo hicieron David Simón, el canterano maduro que llegó y se instaló, y el polivalente tinerfeño Jesús Valentín, también partícipe en la victoria sobre el Deportivo Alavés.

Nili se llevó a casa la ovación de los aficionados cuando, tras caer lesionado, se retiró al vestuario con la ayuda del fisioterapeuta Juan Naranjo. Una lesión en el abductor le impidió seguir sumando minutos y ganándose la opinión de la grada del Estadio de Gran Canaria. Gustó su descaro, su larga zancada, su correr tan vertical y decidido hacia el área. Esas acciones le pueden llevar lejos y no sólo en un campo de fútbol, en una prometedora carrera profesional que ha dado un giro espectacular en dos meses.

Lo primero que hizo en el partido frente al Alavés fue perder un balón. Se percató que no era tan fácil entre profesionales. Ese ritmo vertiginoso también lo llevan los rivales. Nili fue sumando, minuto a minuto y jugada a jugada. Sólo pudo pararle una lesión que conocía bien y que le ha estado incordiando durante algunos meses en el filial.

Porque lo ocurrido a Nili es, en realidad, una de las secuelas del campo de entrenamiento y juego de Las Palmas Atlético. Cuentan los entendidos y los propios jugadores que la dureza de la superficie del Anexo pasa algunas factura en zona  de intersección. Rodillas, tobillos y, cómo no, abductores se sobrecargan.

Ese parón al que se verá obligado en el verano le supondrá un tiempo de recuperación porque, tras el partido, Paco Herrera invitó a conocer más al joven Perdomo la próxima temporada. Fue como un anuncio de la llegada de un primer refuerzo de la fábrica, al menos para pelear porque ganarse un puesto como antes hicieron otros de sus ahora compañeros, ya consolidados en el equipo profesional.

Nili ya tiene su primer partido en el expediente. Jesús acumula 225 minutos en tres actuaciones y Simón, con más recorrido, 37 partidos, 3.132 minutos, 2 goles y seis asistencias. El proyecto que cuenta con la cantera no para y siempre deja algo.