Manuel Borrego

¡Gracias, fútbol, gracías!. Este domingo 21 de junio has hecho justicia. La UD Las Palmas vuelve a la Primera División trece años después de su último descenso. Un gol de Roque Mesa y otro de Araujo anularon por completo la ventaja que tenía el Real Zaragoza. Los amarillos murieron en el campo, apoyados por 28.932 jugadores en las gradas. La afición grancanaria recuperó lo que se le había extraviado en 2014 y lo hizo en medio de una gran fiesta, vibrante, colmada con una victoria merecidísima.

El partido no tuvo tregua alguna. El Zaragoza especuló quizá en exceso, pensando que el 3-1 de la ida podría ser suficiente y haciendo sus cálculos para los festejos programados y anunciados para este lunes, a las 19.30 horas. Todo en la mente del conjunto aragonés estaba en pasar el mal trago del partido jugando con los nervios de la Unión Deportiva. A veces lo consiguió pero lo que no logró en momento alguno fue desconectar el ánimo de los grancanarios, que tenían muchos motivos para vaciarse en el campo. Porque en las gradas había una marea que no le iba a dar tregua alguna.

Las Palmas ya se quedaba a medio camino tras cuarenta y cinco de batalla intensa, de poder a poder, de sacrificio y de una impulsividad que estaba por encima incluso de las ideas. Minuto a minuto, metro a metro, los amarillos pelearon todos los balones, pudiéndose poner incluso por detrás en el marcador en una de las pocas acciones de ataque, siempre a balón a parado. Porque tras un testarazo de Dorca, en un corner, Culio despejó de cabeza golpeando el balón en el larguero.

El escenario del gol en contra no era imaginable. Sin embargo, fue Las Palmas el que a base de insistencia abrió el marcador en una gran acción de contragolpe a raíz de un robo. Marcó Roque, a la media hora, pero los amarillos tuvieron que esperar hasta el minuto 84 para redondear su victoria. Sufrida, como siempre. Así sabe más.

Antes y después del 1-0 hubo más ocasiones canarias que visitantes. Incluso el papel de las dos patronas, que visitan las plantillas anualmente, pudo jugar en el partido. Porque si primero se escuchó la carpintería canaria, más tarde fue el larguero de Bono el que repelió un testarazo ganador de David García, que parecía gol.

Las Palmas no abandonó en momento alguno su empuje. Bono salvó en varias ocasiones a su equipo, especialmente a disparos de Viera y Araujo, en el tramo final de partido. Pero ya no pudo hacer nada en el 2-0. El fútbol tiene esta ironía, porque Las Palmas hizo el segundo de los tantos vulnerando uno de los fuertes del Zaragoza -el juego aéreo-. Araujo, que pidió perdón a los aficionados por sus errores frente al Valladolid, esta vez puso la puntera para firmar el 2-0 y elevar a la gloria a Gran Canaria.

La UD Las Palmas ha vuelto al sitio donde debía estar. El equipo de cantera por excelencia tiene el premio que buscaba. Enhorabuena por creer en un sueño y quemar mil pesadillas.

Alineaciones:

UD Las Palmas:Casto, David Simón, Aythami Artiles, David García, Angel López, Javi Castellano, Roque (Silva, 85), Culio (Ortuño, 73), Jonathan Viera, Asdubal (Hernán, 57) y Araujo

Real Zaragoza: Bono, Rico, Mario, Vallejo, Fernández, Dorca, Basha (Lolo, 84), Jaime (Borja, 72), Eldin (Alamo, 46), Pedro y William José

Goles. 1-0, m. 32. Roque Mesa, de potente chut, que sorprende a Bono. La jugada se inicia en un corte de balón de Ángel López desde la derecha. 2-0, m. 84. Tras falta y error del portero, Aythami cuelga al segundo palo el balón que acaba fulminando atento Araujo.El gol del ascenso es del argentino

Arbitro: Daniel Ocón Arraiz (Riojano). Mostró tarjetas amarillas a Culio, David García (UD), Mario, Alamo, Pedro y Rico (Zaragoza)

Pormenores. 28.232 espectadores en el partido final de la temporada en Segunda División, con gran colorido amarillo.