Juan Pedro Borrego

El fútbol siempre te da lo que te quita. Sólo la fe es lo que marca el camino del éxito. Las Palmas ha sido positiva; dejó a un lado el duro impacto del gol de Uli Dávila en aquel fatídico minuto 92 del Las Palmas - Córdoba de hace un año menos un día. Y como no podría ser de otra manera, el fútbol ‘reconoció' su error por la inmerecida derrota amarilla en aquel play off y en la misma portería, y por el mismo lado; y además con uno de los hombres que más ha sufrido esta temporada, Araujo, le devuelve la posición que mereció defender en el curso 2014-15.

Araujo respira aliviado en una campaña que empezó para él de manera gloriosa, pero que castigó al máximo goleador amarillo de esta temporada con un bache incomprensible que le llevó casi a la desesperación. Sólo su fe y la de sus técnicos y aquellos que entienden que a sus jugadores hay que animarles antes de castigarles por los errores, ha permitido que el ‘Chino' reciba su recompensa por no haber tirado la toalla en ningún momento. Y es el mismo premio que recibe la afición de Las Palmas, la que ha hecho una campaña de abonados histórica y que llenó el Estadio de Gran Canaria de ilusión pese a la descorazonadora desventaja del partido de ida.

El portero Bono calcula mal y no puede evitar el desvío de Ortuño, que genera la acción del pre-gol (C. Torres)

Aythami toca el cuero lo justo para llevar al palo opuesto, donde Araujo (10) remachará la jugada (C. Torres)