No hay tiempo que perder. Y menos con la superficie de juego del Estadio de Gran Canaria, que ha suscitado una vez más nuevos comentarios por la inconsistencia. En esta ocasión no se levantará, pero sí se procederá al arraigo de una nueva semilla. Los trabajos ya se han iniciado en un campo de juego que no ha logrado evadir polémicas.

El objetivo, en cualquier caso, es que cuando la Liga comience en la segunda quincena de agosto Las Palmas pueda disponer del verde más adecuado para su juego, que esta temporada se ha convertido en el Estadio de Gran Canaria como la mejor de cuantas se han disputado allí. El factor local tiene mucha importancia y el equipo de Paco Herrera necesitará encontrar de nuevo un aliado.

Durante la campaña recién finalizada, las horas de uso para entrenamientos se redujeron muy sensiblemente, desplazándose un alto porcentaje del trabajo de la primera plantilla a Barranco Seco. Sin embargo, hasta el último día con el Zaragoza, el césped del Gran Canaria dejó materia para ser debatido.