Detrás de esta imagen, que corresponde a uno de tantos entrenamientos de la temporada, hay incomodidades. La presencia de Nico Rodríguez, director deportivo hasta hace unas fechas, fue constante en las sesiones del equipo profesional. Por cierto, nunca le vimos en alguna jornada de trabajo con el primer filial, por ejemplo. Equipado, con botas de taco y cerca; sin duda demasiado. Lo que ocurrió quedará de puertas para adentro, pero la condición de la marcha de uno hacía posible la continuidad del otro. La UD Las Palmas tenía claro el valor de Paco Herrera y la apuesta por su equipo técnico. El despacho en el verde provoca, sin duda, un desgaste. Quizá el próximo director deportivo o secretario técnico opte por hacer toda su labor en Pío XII, como en muchos otros lugares.