M.B.

Una de las primeras frases de Paco Herrera a su arribo a la UD Las Palmas, en la presentación oficial del pasado 8 de julio de 2014, fue contundente: "Ahora mismo, con lo que tenemos en plantilla, podríamos empezar el campeonato". El entrenador del sexto ascenso a Primera División no rompía, mejoraba lo construido. Doce meses después podría disponer de un pensamiento similar aunque con la obligación de dar un salto cualitativo a la plantilla porque la exigencia de la Primera División es otra más elevada.

Lo primero que ha hecho la UD Las Palmas tras cruzar el éxito del pasado 21 de junio es mantener el bloque básico de jugadores que consiguió el objetivo. Hasta ahora, tres fueron las renovaciones de esas piezas: Culio, por contrato; Hernán Santana, tras negociación y Sergio Araujo, ejecutando la compra pactada en su venida. Queda la renovación oficial de Ángel López para que más del 90 por ciento del once tipo (léase los once futbolistas más utilizados de la pasada campaña en función de minutos en juego) tenga certificada la continuidad a partir de la segunda quincena de agosto con un mensaje idéntico: La UD Las Palmas está preparada para empezar.

La plantilla, sin embargo, está en la antesala de importantes cambios porque hasta seis son los jugadores podrían tener entrada en el grupo. La operación entrada obliga a otra de salida; la cronología de los acontecimientos está definiéndose. Las negociaciones para retener a Jonathan Viera están abiertas, aunque la condición del club es que el futbolista pueda venir como lo hizo desde el Valencia al Standard de Lieja: con la carta de libertad. Viera no entra en falta de ese once ideal del campeonato, pero sí lo hizo en el que logró el asalto a la Primera División, asumiendo el papel de liderazgo en ataque que tenía hasta entonces el lesionado Nauzet Alemán.

La posible continuidad de Viera sería una gran noticia porque reduce la búsqueda de una de las piezas de recambio. La portería, en cambio, es la siguiente prioridad tras confirmarse la marcha al Almería de Casto y la soledad actual de Raúl Lizoain.

De cualquier forma, Las Palmas no tiene prisas en cerrar la negociación, posiblemente porque ya posee un plantel en nómina que forma la estructura sobre donde se asentará todo lo demás.

Herrera tampoco dejará de mirar al filial, donde el lateral derecho Nili Perdomo se ha convertido en un avanzado del proyecto. Debutante en el epílogo de la Liga, se le espera para verle en evolución en la pretemporada. El técnico decía antes de entrar en el club que "la UD Las Palmas tiene jugadores en su filial que se pueden sumar a este proyecto y en cantidad". Quedó demostrado en su gestión. Cuanto más avanzó la Liga, más jugadores canarios fueron asentándose en el once.

Tenía también claro entonces otros valores del equipo, con una idea que aún se mantiene: "A Valerón, en algunos momentos, lo podríamos utilizar como revulsivo" dijo. Esa misma tesis la mantendría un año después.

Todo se ha cumplido a rajatabla, desde el juego cuando advertía que "Las Palmas tiene que defender y atacar de verdad", con sus lagunas transitorias, y la máxima de "convertir el Estadio de Gran Canaria en un fortín". Esos valores son los que deben administrarse desde el banquillo una vez más, con una plantilla en la que ya se ha anunciado desde la presidencia que no habrá confección en base a dispendio económica.

En apenas dos semanas comenzarán las analíticas; el sabor del ascenso será el recuerdo, la siguiente exigencia se pone en marcha con muchas caras ya conocidas.