M.B.

Jonathan Viera, UD Las Palmas y Standard de Lieja. Los tres clubes están de acuerdo en lo mismo: el futuro del jugador grancanario es amarillo. Pero "las negociaciones están muy duras", confesaba el presidente de la UD Las Palmas a Tinta Amarilla este jueves, a primera hora de la tarde. El acuerdo es la vía de salida para que las tres partes puedan complacer sus objetivos porque la UD quiere a Viera, el jugador quiere a Las Palmas y el Standard no cuenta con él, porque ya su maquinaria futbolística lleva dos semana poniéndose a tope a las órdenes del técnico Muslin.

El jugador y su representante Pedro Bravo están en Bélgica negociando con los nuevos patrones del club belga la liberación, en un día que podría ser clave para el futuro del futbolista. Viera había vuelto esta semana a Lieja, pero no se había entrenado con aquel equipo ni participó este miércoles en la victoria 1-4 amistosa de preparación.

El propósito del viaje es que Viera pueda regresar a Gran Canaria y ponerse a las órdenes de Paco Herrera el próximo 16 de julio, situándose en la misma posición de salida que el resto de sus compañeros de la UD Las Palmas, para afrontar en la ilusionante etapa de Primera División.

Tras la renovación (por contrato de Culio), la compra de Araujo y la ampliación de contrato de Hernán Santana, el siguiente punto caliente de las negociaciones ha sido Viera.

El jugador tiene muy claro cuál es su destino. Pelea por él. Hace un año pudo haber regresado al club que le hizo debutar en la Liga Profesional en 2010, con Paco Jémez, pero Valencia y Standard de Lieja arreglaron. Su tristeza en Bélgica se reflejaba en los terrenos de juego. Pero en enero recuperó la sonrisa luego de haber logrado que los dirigentes belgas le permitieran luchar por el ascenso con los grancanarios.

El acuerdo tripartito se hace esperar, pero cada vez parece más cerca. La UD Las Palmas desconoce cuándo Viera regresaría a Gran Canaria. Pero, si lo hace este verano, será la mejor señal porque significará que volverá a vestir de amarillo con un contrato multianual. La trama de su posible regreso entra en sus renglones finales.