M.B.

El camino de Javi Varas se ha cruzado muy recientemente con el de la UD Las Palmas, el club al que ahora defenderá durante los dos próximos años. Ambos estaban citados con la Primera División como destino. Su nombre estuvo en la mesa de trabajo del club grancanario desde que llegó a la entidad Paco Herrera, hace un año, pero el arribo debió esperar. Nico Rodríguez, el entonces director deportivo del club, patrocinaba otras opciones.

Varas ya es el nuevo compañero-rival de Raúl Lizoain, el tercero desde que el joven arquero grancanario alcanzó la orilla del fútbol profesional. Raúl, admirado deportista por un amplio sector de la afición grancanaria, ya alternó guantes con Mariano Barbosa, la pasada temporada con Casto Espinosa y ahora con el sevillano. Raúl puede estudiar bien al nuevo camarada que se embarca en el proyecto del representativo grancanario. Como a él mismo le ocurre, Varas ha tenido que trabajar duro, muy duro, para ganar crédito en aquellos equipos donde jugó desde que el Sevilla le captara procedente del CD Alcalá, el equipo andaluz de Alcalá de Guadaira.

A Varas no le fue fácil hacerse un nombre a pesar de que en la temporada 2011-12 fue primera plana a nivel nacional con una portentosa actuación personal en el Nou Camp, frenando una y otra vez con sus paradas a los delanteros del FC Barcelona. Ese colosal momento lo terminó con un penalti detenido al mismísimo Messi, en el último minuto (0-0). "Le tenía estudiado, sabía por el lugar donde iba a disparar" dijo sereno tras silenciar al recinto de juego donde su nombre se escribía con mayúsculas.

Pero aquel solo fue su día de gloria entre el sevillismo. El hispalense ha sido el club donde Varas ha sido un paciente componente. En su palmarés personal, como miembro de aquellas plantillas, están esos momentos de felicidad en Copa de la UEFA, Supercopa de Europa y Copa del Rey, títulos que brillan en su historial. Todos esos trofeos forman parte de su vida profesional. Y el reflejo de las dificultades que ha tenido para garantizar una titularidad en el equipo lo aportan los 95 encuentros de Primera en su hoja de servicios, firmados desde que debutara en la máxima categoría en 2009. La intermitencia ha dominado su trayectoria, con mejores actuales en Primera durante 2011-12 (25 partidos con el Sevilla) y 2012-13 (35 encuentros con el Celta, al que acudió en calidad de cedido).

Sin embargo, en Valladolid, buscó la aventura en solitario ya ajeno al club de su promoción. "Mi salida de Sevilla está influenciada por Palop" reconocería cuando fue cedido al club vigués. Por una vez perdía la calma.

A punto de cumplir 33 años de edad llega a Gran Canaria para jugar y para enseñar, según reflexionaba el propio Paco Herrera, valedor de su contratación. Porque cuanto esté otra vez con ropa de faena, Varas aplicará su premisa inicial. "No me siento titular; ese concepto está en juego cada semana", reflexionaba apenas hace unos meses cuando empezaba a ser uno de los porteros descollantes de la Segunda División con el Real Valladolid.