Y Herrera reventó: '¡Ya está bien!"
13/08/2015

El entrenador de la UD Las Palmas y su asistente no ocultaron su preocupación por la deriva de un derbi que se desorientaba por la dureza. La permisividad arbitral en ellos deja abierta la barra libre y el riesgo a lesionados

M.B.

Y de repente, Paco Herrera reventó. Se dirigió a los zagueros del CD Tenerife en el segundo tiempo para reclamar el cese del juego duro, inapropiado para un partido de pretemporada como los que se han disputado en el doble choque de la Copa Mahou. "Guardé silencio en la ida, no dije nada. Pero ¡ya está bien!".

Las constantes faltas, con el consiguiente riesgo de lesión, alteraron a los miembros del banquillo de la UD Las Palmas. Angel Rodríguez secundó la petición del entrenador que se encaró, a pocos centímetros, con los combativos (¿) Cámara y Vitolo. Siempre inmersos en estos roces jugadores blanquiazules que se repiten, pero no en el caso de Suso, el más abucheado por la afición grancanaria (no se olvida la polémica del túnel de vestuarios del último derbi de Liga), que tuvo un ejemplar comportamiento este miércoles yendo a separar a todos y a calmar las aguas.

Los amistosos entre la UD Las Palmas y el CD Tenerife no van por buen camino. Sólo falta un lesionado de gravedad para que la cuerda acabe de liberar toda la tensión que parece estar acumulando. El resultado es lo de menos: sirve para el disfrute del ganador, sin duda en esta ocasión el que mejor empleó sus herramientas de juego. Y también para hacer meditar al perdedor, que aún tiene un inmenso margen de mejora antes de entrar en el combate de su batalla real. Pero si el partido ensayo está condicionado por un juego bronco ... entonces el test no le sirve de nada.

Históricamente, los dos representativos de Canarias se han visto en multitud de ocasiones en amistosos de verano, que suelen acabar entre abrazos. Pero se han producido también episodios que alejaron temporalmente la confección de estos encuentros, precisamente porque el roce constante eleva en exceso el concepto de la rivalidad. Y más cuando hacia distancia por peldaños competitivos. De los años ochenta se recuerda un amistoso de verano con abundancia de patadas y una enorme tangana en el túnel del Estadio Rodríguez López. Un ojo morado del blanquiazul Revert puso fin a aquellos años de citas de verano cuando el Tenerife estaba en Primera y Las Palmas seguía su estela. Porque de todo ha habido.

Ya fue preocupante lo que ha ocurrido en la ida de 2015. Si un colegiado no se percata de una agresión con derribo a un jugador, que ni siquiera merece el castigo de una expulsión, la barra libre queda totalmente abierta. La reacción de Paco Herrera este miércoles fue en tiempo y forma, invadiendo incluso el terreno de juego. Fue una protesta a su manera, sin ocultar lo que siente porque este tipo de partidos no puede acabar ojo por ojo. Malo para todos.

La Copa tiene un formato atractivo y adecuado; los equipos la quieren ganar pero falta en ella que el colectivo arbitral utilice el reglamento para que esto no se escape de las manos. El que ha dicho "hasta aquí" es Paco Herrera…

Combo de Fernando Sánchez

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