M.B.

Paco Herrera dijo que la última semana de preparación estaría dedicada a moldear el equipo base que saldrá a competir de inmediato en la Liga 2015-16. Dejó una estela de detalles sobre los hombres utilizados en los partidos pero en los dos encuentros en teoría más relevantes (CD Tenerife y Rayo Vallecano) mostró una idea que crece en él. Las Palmas podría salir a competir con un novedoso tridente, que está como el equipo: conociéndose de pleno. Sergio Araujo (23), Jonathan Viera (25) y el refuerzo de ataque, Willian José (24), son las tres aristas que el entrenador probó y que, en teoría, parecen dirigirse hacia el inicio de la competición si el tobillo del brasileño se lo permite.

Desde que Paco Herrera llegó a la Unión Deportiva hace un año demostró que sus sistemas son flexibles; que se acomodan más a las piezas disponibles que a los planteamientos de contención de los rivales. Llegó a utilizar un once sin un nueve claro, durante muchas jornadas el equipo participó en Segunda como Araujo como última referencia y libertad para los distintos llegadores de segunda línea.

Las últimas pruebas, sin embargo, reflejan el deseo del entrenador de enredar en la magia de Araujo y Viera a un jugador que, según nos comentan, ha caído de pie para el cuerpo técnico. Los tres futbolistas de este teórico tridente gozan de características distintas y posiblemente complementarias.

Willian José ha sorprendido por su capacidad para jugar de espaldas y para tocar el balón abriendo espacios. Es el delantero con más posibilidades de fajarse con los centrales por su notable poder físico y por las cualidades técnicas que decoran el fútbol de cualquier brasileño. Quizá el concepto que se tenía del ex jugador del Zaragoza es que venía a suplir las ausencias de Araujo, como hizo con Borja Bastón. Sin embargo, Paco Herrera ha tratado de encontrar ese fútbol compatible que puede liberar de marcajes al delantero argentino.

Jonathan Viera es, sin duda, el atacante más en forma del pasado final de Liga y de la pretemporada. Ha encontrado en la UD Las Palmas su magia; estaba en el Gran Canaria. Pero es ahora un jugador más sacrificado que antes y tácticamente más inteligente si cabe. Sus fronteras no son aún reconocibles. Hacer sociedad con él es muy fácil. En ese triángulo parece tener más libertad de movimientos que sus compañeros. Hoy es insustituíble en el equipo.

Sergio Araujoestá ante una reválida. Y lo hace con la condición de ser el hombre más determinante del equipo. Tras un año con la responsabilidad a cuestas y después de haber marcado goles muy importantes en el ascenso a Primera, el papel del argentino es incuestionable. Le ha costado encontrar la chispa pero en los últimos partidos se vuelve a parecer al jugador imprevisible que sorprendió en el campeonato pasado. Ahora le pueden descubrir en Primera División.

Pero, sin duda, los tres en sociedad serían más peligrosos que cada uno en su guerra propia. Esos son los argumentos iniciales de una Liga cuyos avatares irán definiendo todo lo demás.