Derrota, que no derrotados
22/08/2015

El resultado no enmascara algunas prestaciones de la UD en el partido: los laterales amarillos brillaron anulando uno de los puntos fuertes del poderoso Atlético. Y Simón acarició el gol

Higinio Medina

Este sábado fue día de su 66 cumpleaños, en el que retornaba a la élite del fútbol nacional la Unión Deportiva Las Palmas, tras trece años de ausencia y dura "travesía por el desierto", no sólo en el aspecto social, sino también en el deportivo. Pero eso es historia, esa historia de la que hay que aprender para no cometer los mismos errores en el futuro.

La Unión Deportiva Las Palmas, como decíamos, desembarcaba de nuevo en Primera y lo hacía ante un rival de empaque y con 8 canteranos en la alineación inicial, circunstancia ésta que podría plantear dudas, tanto por lo irregular de la pretemporada como por la inexperiencia que a priori se les suponía. Argumento endeble, a nuestro entender, cuando hace años se incorporaban al primer equipo desde regionales sin que apenas se notase el salto de categoría...

La derrota frente al todopoderoso Atlético de Madrid (1-0), cuando lo "normal" es que pudiera haber sido más abultada, en absoluto supone desencanto alguno, todo lo contrario, pues hemos visto al equipo grancanario con personalidad, eso sí bastante conservador, pero apuntando maneras y quizás el empate hubiera sido lo más justo tal y como se desarrolló el partido, ya que si los colchoneros no marcaron más goles es porque se vieron maniatados gracias al trabajo defensivo de todo el equipo, con unas líneas juntas y cinco defensas que apenas daban opción a los madrileños, ni siquiera en los momentos en los que éstos más apretaron, y por supuesto gracias al desacierto en los escasos remates a puerta de los canarios.

Pero si importante fue la labor defensiva, justo es reconocer en ésta que el trabajo realizado por dos de los debutantes en la categoría fue decisivo para contrarrestar el potencial ofensivo de los hombres de Simeone, nos referimos a David Simón y Dani Castellano. Su trabajo y entrega neutralizaron uno de los fuertes del Atlético, el ataque por banda. De hecho en el minuto 30 de la primera parte Filipe Luis desistía de luchar por un balón y con gestos ostensibles de enfado por su impotencia de no poder superar a David Simón, quien no sólo cuajó un gran partido a nivel de contención, sino que tuvo la más clara de las oportunidades del ataque amarillo al enviar un remate al travesaño -imagen de la derecha-.

Tanto David, como Dani brillaron con luz propia, demostrando calidad y que la categoría en absoluto les viene grande, como a ninguno de los debutantes. La labor de Javi Castellano delante de la defensa tapando huecos y deshaciendo entuertos, el partido de Hernán que recibió "cera" hasta ser sustituido por lesión y el buen hacer de Raúl Lizoain bajo los palos son apuntes para el optimismo.

Pero no podemos fijarnos sólo en las individualidades, pues el equipo no desentonó como conjunto, quizá conocedor de sus propias limitaciones, Paco Herrera optó, como decíamos anteriormente, por un planteamiento conservador en el que poco pudimos ver de los destellos de Viera, como del también debutante y jugador llamado a ser un referente en la liga Sergio Araujo, bastante batallador pero muy lejos de su hábitat natural.

Si tuviéramos que destacar algo más y no menos importante, al margen de lo comentado, lo haríamos en la buena defensa, salvo el aciago gol, de las jugadas de estrategia del Atlético de Madrid, y el peligro que se generaba con las propias. También destacaríamos la duda que nos queda de no haber visto a un equipo más ofensivo, pero lo cierto es que aunque haya quién diga que esta no es nuestra liga, debemos manifestar que sí es nuestra liga. La diferencia de goles puede jugar un papel decisivo al final de la competición, por un lado, y por otro, está el creer en uno mismo para conseguir metas importantes, bástenos recordar la letra del himno a la Lucha Canaria de los Sabandeños: "... El grande perdió, el chico ganó, ... como ganaron Méndez, Angelito, Palmero y Camurria frente a rivales de peso mayor...".

Comparte el artículo si te ha gustado
También te puede interesar