El Levante edificó un sistema de contención que los amarillos no lograron vulnerar pese a su dominio. El aislamiento de Araujo fue síntoma de la ausencia del remate ganador que el equipo no encontró. El primer gol de la UD se hace esperar
Manuel Borrego
El Levante de Alcaraz convirtió el partido del reencuentro con la Primera División en un dolor de cabeza. Las Palmas no pudo superar la alambrada que construyó el equipo granota en las proximidades de su área. El 0-0 final, en un àrtido sin ocasiones, tampoco es el premio buscado por los amarillos que dominaron durante muchos minutos la sesión pero les faltó el remate ganador que dejara los tres puntos en el Estadio de Gran Canaria. Roque, Aythami y Araujo, este último en el tramo final, fueron los hombres que más cerca estuvieron del gol grancanario que, tras dos jornadas disputadas, se hace esperar.
El equipo valenciano permitió con su idea de fútbol que el encuentro tuviera un tráfico abundante en su zona defensiva, una multitud generosa en número y voluntades para intentar que Jonathan Viera y Sergio Araujo no otearan caminos hacia la portería de Rubén. Ni ellos ni sus compañeros. Convirtió el Levante un día festivo en una tortura, un partido para mirarlo de reojo porque salvo en pequeños chispazos todo lo demás fue destruir e impedir. El punto le vale más al ego de los valencianos que para el hambre de los grancanarios.
Porque Las Palmas tenía ideas que también las abandonaba, sin encontrar una línea constante que rompiera el marcador. El carril derecho fue el primero funcionó, sin que los intentos verticales y rápidos de David Simón tuvieran continuidad. Luego lo intentó por la izquierda, más tarde en combinaciones por el centro, ... Pero todos los semáforos instalados por el Levante estaban en rojo.
Araujo se desesperaba; Viera estaba desangelado; Roque tomaba precauciones tras unos minutos impulsivos y Culio no se atrevía a acompañar hasta el área. En esa tesitura, los amarillos gozaron de pocas posibilidades en la primera parte para romper a un Levante que instaló su campo base repleto de alambradas para que Rubén pudiera disfrutar de una noche plácida, mientras los grancanarios notaran la desesperación en su reencuentro con la máxima categoría.
El sistema y el contrasistema de Alcaraz funcionaba de maravillas en una primera parte en el que un disparo mordido de Roque y otro cruzado de Araujo fue toda la balística expuesta por una Unión Deportiva que tampoco se desnudaba.
Las Palmas comenzó a comprender el encuentro en la segunda parte con un dominio que fue más completo, pero con la carestía del remate. La idea ofensiva local en esa segunda parte fue mejor, pero no percutió con disparos ganadores porque casi todos los balones se rompían en la frontal del área donde la tropa azulgrana esperaba atrincherada, cada vez con mayor cantidad de efectivos. Lo intentaron varios de los efectivos de Herrera, con acciones de estrategia incluso, pero ese gol no llegó.
El punto logrado es, al menos, el primer ladrillo para edificar la permanencia que será dura de conquistar.
Alineaciones:
UD Las Palmas: Javi Varas; David Simón, Aythami, Alcaraz, Pedro Bigas, Dani Castellano; Hernán, Roque (Willian José, 87), Jonathan Viera (El Zhar, 83), Culio; y Araujo
Levante UD:Rubén, I. López, Juanfran, Trujillo, Feddal, Toño; Verza, José Mari (Casadesús, 59), Camarasa, Deyverson (Roger, 71) y Ghilas (Lerma, 89)
Goles. No hubo.
Arbitro: Pérez Montero (Andaluz). Amarillas a Culio y Roque (UD), Rubén, López, Juanfran y Deyverson (Levante).
Pormenores. Regreso del fútbol de Primera al Estadio de Gran Canaria, tras 13 años y casi cuatro meses. 19.057 espectadores asistieron este domingo al partido.