Manuel Borrego

Paco Herrera no ha visto aún la posibilidad de soltar amarras. La defensa de cinco se ha confeccionado con idea de no ser sorprendidos; al contrario de sorprender. Son las alas para una mejor protección, porque hasta el momento el equipo amarillo no ha logrado, salvo en breves momentos del segundo partido contra el Levante, levantar el vuelo con sus laterales titulares tan teóricamente profundos. David Simón y, sobre todo, Dani Castellano han tenido menos presencia de la esperada en ataque. Podría ser también un contrasentido si consideramos que, con el actual dibujo, tienen espaldas mejor protegidas con los tres teóricos defensas centrales.

El equipo, como subrayó este jueves Hernán Santana, necesita valentía para ganar puntos. Requiere sumar más efectivos en ataque para lograr deshacer el aislamiento en especial de Sergio Araujo. En los primeros 180 minutos del campeonato, el delantero xeneize no ha calibrado su balística porque no ha tenido oportunidad. Apenas un disparo y de espaldas fue su mejor ocasión para inaugurar la cuenta, que aún mantiene a cero. El argentino es la mayor referencia ofensiva de un equipo que ha atacado mejor a balón parado que en la especialidad del juego combinado que le caracteriza.

El entrenador anunció que en breve vería el momento para cambiar. Quizá la primera de esas decisiones sea la de liberar un puesto en retaguardia para incrementar efectivos en zona de vanguardia. Pero, con o sin ese nuevo diseño, las alas de la UD Las Palmas también tendrán que aclarar en los partidos si están para defender o para hacer despegar a los amarillos. La siguiente pregunta es quién cedería plaza en el once: el jerarca Alcaraz, el eficiente Pedro Bigas o un sobresaliente Aythami que, además, está en las ayudas ofensivas de estrategia. Otra difícil respuesta.

Esa necesidad de progresar por los carriles hace que jugadores como Jonathan Viera también busquen un refugio para iniciar sus jugadas por los costados. Si el lateral que utiliza la vía no se incorpora al campo adversario, Las Palmas siempre podrá defenderse mejor pero su ataque se realiza con menos presencia, menos capacidad de tocar el esférico y, sobre todo, prescindiendo de la velocidad y verticalidad que caracterizan a los mencionados David Simón y Dani Castellano.

En apenas una semana vendrá la tercera jornada. ¿Cambiará el entrenador los conceptos?. Herrera no vio el momento en el debut frente al Atlético y tampoco más tarde contra el Levante, este segundo partido en casa. Pero es que los amarillos se medirán a un oponente que está en buen momento de forma a la hora de combinar en ataque, con tres jugadores que han quebrado a los dos primeros rivales. Es una difícil decisión que llevará una semana de reflexión en el cuerpo técnico amarillo. Porque el dilema es claro, tras lograr un punto en dos jornadas: ¿Defender con otra muralla en Balaídos o atacar con un número mayor de efectivos?.

El turno, tras el paréntesis del fin de semana, para el entrenador.