El jefe Alcaraz se deja sentir
05/09/2015

El paraguayo es uno de los beneficiados del parón liguero, ajeno desde 2012 de los compromisos internacionales de la selección guaraní. En los últimos días se aproxima más al jugador que buscaba la UD Las Palmas

M.B.

Hay una frase que Paco Herrera repite con cierta frecuencia a sus zagueros para instruirles en la mejora del rendimiento defensivo. "Hay que tocar carne", les pide. Se refiere el entrenador a que el jugador encargado de una vigilancia o con un cometido de contención tenga referencia directa en el aspecto físico el atacante oponente. El contacto le permite tener una certeza en la medición del marcaje. En suma, sentir la proximidad del que vigila para que no esté cómodo en las operaciones ofensivas.

Paco Herrera tendrá que explicarle muy poco a Antolín Alcaraz, sin duda el zaguero con mayor recorrido futbolístico en su plantilla. El paraguayo es el central jefe que había dibujado la comisión deportiva en el verano, el hombre de mando atrás. Cuando llegó a la isla, el internacional guaraní confesó que necesitaba un tiempo de adaptación refiriéndose a su aspecto físico, porque tenía una demora añadida a la que el propio equipo amarillo ya poseía. Esa etapa del proceso parece haber pasado y las perspectivas ahora son distintas para él y para su propio papel en el proyecto.

El Alcaraz de los últimos días se aproxima más al futbolista que buscaba en el mercado de ocasión la UD Las Palmas. El paraguayo con experiencia en Ligas tan competitivas como la italiana, portuguesa o inglesa es uno de los beneficiados por este parón competitivo en España. Ajeno a los compromisos de su selección en la actualidad (Paraguay juega este sábado en Santiago de Chile y Alcaraz no es convocado desde el 12 de septiembre de 2012), Antolín centra todo su trabajo en exclusiva para mejorar sus prestaciones en la Liga española, donde es también jugador debutante.

Está descubriéndose como un zaguero con mucho oficio. Su principal herramienta a la hora de defender es el físico. Por arriba, dominador en el juego aéreo. Ya lo ofrecía en sus momentos de máximo rendimiento cuando fue jugador fundamental incluso en la estrategia ofensiva. A ras de suelo es un futbolista con horas de rodaje. El cuerpo lo utiliza a la perfección: el toque justo para desequilibrar al oponente, el atajo preciso para llegar un instante antes al balón y la corrección táctica como norma. Con esos dotes Alcaraz quiere hacer carrera en UD Las Palmas, ahora ya más entonado en cuanto a ritmo y capacidad atlética.

En las sesiones de entrenamiento sus propios compañeros están comprobando lo buen zaguero que hay tras ese 1,90 de estatura. Se convierte, no obstante, en una incógnita para las siguientes decisiones del entrenador. Porque una de las razones de la defensa de cinco piezas era, precisamente, la falta de kilómetros de Alcaraz. Pero, ¿qué hará Herrera ahora que el paraguayo se está encontrando a sí mismo?. Balaídos tiene la respuesta.

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