La locura más cuerda de David Simón
15/09/2015

Un año y medio después de su gesto de rebeldía disfruta a tope de su propio sueño: renovado, en la UD Las Palmas y en Primera. Y lo mejor está aún por verse

M.B.

La secuencia de fotos publicada por Tinta Amarilla aquel día ya es célebre y marcará un momento en la historia personal de David Simón y también de los pujantes canteranos de la UD Las Palmas. El lateral diestro de Las Palmas Atlético acababa de firmar una excelente jugada en partido de Liga de Segunda División B frente al Huesca. Una de esas acciones suyas hasta la despensa del equipo rival, como  también pudo comprobar toda España este pasado domingo cuando firmó el 3-3 en Balaídos. La locomotora, como le conocían en filiales y en Vecindario, se percató de que en las gradas estaban Sergio Lobera y sus asistentes. E hizo una señal hacia el Estadio de Gran Canaria, una petición que luego explicaría porque era una reivindicación personal solicitando cruzar el puente del Anexo al campo de juego de la Unión Deportiva Las Palmas. "Ese gol quería marcarlo arriba" nos decía para explicar lo que pretendía transmitió a los responsables del equipo profesional.

Simón estaba cansado de escuchar, también cansado de probarse todos los veranos realizando la pretemporada con los profesionales para luego un begin the begin. La contratación de Ernesto Galán para cubrir un teórico puesto en el costado derecho de la retaguardia, sin ser especialista en banda, le superó anímicamente. Y explotó brevemente aquel día, con esa cara de buen muchacho que es incapaz de alzar la voz o romper un plato.

Aquello ocurría en enero de 2014 y el jugador grancanario encontró una reprimenda personal del primer entrenador y el consuelo paralelo de los miembros de la comisión deportiva. Este lunes explicaba el director general Toni Cruz que en la vida de los deportistas pueden existir dos caminos paralelos que a veces no se juntan en el tiempo requerido. Una cosa son las decisiones de equipo y otras, con más calado por supuesto, las resoluciones del club.

El camino de David Simón no se había interrumpido aquel día. Aquello que pareció no tener cordura era en realidad su decisión más importante, porque quedó grabado a fuego esa vocación que tenía por triunfar en el fútbol profesional. Se rebeló siendo como es él mismo: un jugador sin ataduras y muchas piernas.

Simón no bajó la guardia; Las Palmas, como club, tampoco le abandonó. No lo había hecho antes pese a que en los mentideros futbolísticos se insinuaba que tendría carta de libertad por problemas de edad. Y con la llegada de un nuevo proyecto liderado por Paco Herrera llegaba al primer equipo el más profundo y veloz lateral diestro que ha dado la fábrica amarilla desde la aparición de Manuel Pablo García.

Con 25 años, 8 meses y 22 días se produjo al fin su debut el pasado 22 de agosto de 2014. Un año después Las Palmas estaba revisando urgentemente su situación profesional, sin duda un nuevo éxito del club su retención en plantilla porque en él además encuentra el compromiso de un futbolista que devuelve a la entidad y a sus aficionados todo lo que le hubiera entregado.

Cuando el pasado verano Ángel López vio entrenar a su nuevo compañero y comprobó que ya tenía licencia entre los profesionales, en una de sus manifestaciones advirtió que el futuro se abría paso para David. Simón no ha llegado tarde, no debe tener esa sensación, porque todo cuando le está sucediendo en los últimos meses es parte del sueño que él mismo habría redactado. Tiene nuevo contrato hasta 2019 y lo ha firmado convencido sin duda de que lo mejor todavía de sí mismo está por verse. Y será de amarillo.

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