M.B.

La renovación de David Simón firmada esta pasada madrugada reafirma la ejecución de un silencioso plan renove en UD Las Palmas, que se realiza de forma paralela a la competición. El relevo generacional se realiza con jugadores que van asentándose con veteranía en la plantilla. Está en marcha en el equipo amarillo, ahora incluso en Primera, sin codiciar otros escaparates. Desde que se produjo el ascenso el club logró ampliar los contratos de Hernán Santana, Jonathan Viera, Asdrúbal y Héctor Figueroa (hasta 2018), el cedido al Huesca Tyronne del Pino (2019), Vicente Gómez o Sergio Araujo (2020). A ello hay que unir las adquisiciones de jugadores como Pedro Bigas, Javi Varas y El Zhar (hasta 2017). De igual forma, Culio y Valerón ampliaron una temporada más el compromiso con el equipo y otros jugadores, como Willian José y Wakaso, han llegado con opción de compra a 30 de junio de 2016.

La confirmación de estos futbolistas canteranos, algunos a través de traspasos con otros clubes que tenían sus derechos federativos (Viera y el caso excepcional del argentino Araujo), plantea las bases de las próximas temporadas en UD Las Palmas. Han sido negociaciones intensas en la mayoría de los casos, llevadas con eficacia final en una demostración de unión al escudo por parte de los futbolistas. Son síntomas de salud para un equipo que en los últimos años ha destacado por disfrutar de un ambiente interno ideal para sus objetivos de altura.

Tras David Simón el club puede tomar un periodo de calma para afrontar las siguientes apuestas internas. Al menos cuatro aparecen en el panorama con destino de 2017: los hermanos Javi y Dani Castellano -renovados en junio de 2014 por tres temporadas-, además de Roque Mesa y Raúl Lizoain, jugadores de reciente debut en la máxima categoría. En ese mismo grupo temporal pueden estar otros jugadores con más recorrido en la entidad como Nauzet, Aythami Artiles o David García. O un año antes tomar decisiones con otros futbolistas que terminan esta temporada, algunos de ellos en calidad de cedidos. El club tiene muchos meses por delante para plantear su propia estrategia y conocer el escenario en el que negociaría las renovaciones.

La UD Las Palmas, además, está en un proceso de cambio que pasa por el intento de echar raíces en la categoría. Llama la atención de que el equipo grancanario sea el antepenúltimo de la Primera División en una hipotético ranking elaborado en función de la media de edad de sus jugadores. Los 28 años y medio de Las Palmas solo los empeora el Deportivo de La Coruña (28,7) y su próximo rival en el campeonato, el Rayo Vallecano (28,9), según Transkermarkt. Los conjuntos más jóvenes de la Liga son Valencia y Sporting de Gijón (24,7), Celta de Vigo (25,1), Villarreal y Granada (25,6), Getafe (26,7) y Atlético de Madrid (26)

Las plantillas de los equipos, en cualquier caso, son entes vivos, que se van transformando en función de las necesidades propias de la competición, de los objetivos o de las propuestas que aparecen en el mercado. La idea de la UD Las Palmas, a tenor de los movimientos internos, no ha variado y en las últimas temporadas sus canteranos han escuchado al club para escuchar propuestas de renovación que requieren cálculos, aplazamientos y amplias conversaciones hasta encontrar el punto de encuentro si lo hubiera.