Durante minutos, el partido entre el Unión Viera y Las Palmas Atlético estaba virtualmente suspendido. Apenas quedaban un par de minutos para las nueve de la noche y una de las cuatro torretas del estadio Alfonso Silva estaba apagada, con un cortocircuito que propició la abundante lluvia caída durante todo el día en la capital grancanaria. Técnicos y delegado del filial mostraron sus observaciones al colegiado Suárez Castellano, porque por aquella banda había que jugar al fútbol con linterna. Pero, a cinco minutos de iniciarse, cuatro focos se encendieron por la intervención de un electricista. Y se hizo la luz ... a medias.
La maldita torreta
18/09/2015
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