El base canadiense tuvo una errática presentación mientras el pivot lituano fue el hombre más resolutivo frente al Ulm
B.P.
Los pronósticos técnicos sobre el base de Gonzaga y debutante en Europa, Kevin Pangos, son notables. En el Gran Canaria sospechan que si es capaz de actuar en la ACB como la personalidad con la que lo ha hecho en la liga universitaria, posiblemente no acabará su contrato por dos temporadas en la isla.
Sin embargo su presentación este domingo, como la del equipo de García Reneses en general, fue decepcionante: El atasco imaginativo de Pangos fue contagioso. Y con él en la pista comenzaron a fraguarse las diferencias para los alemanes. En sus dos primeras apariciones en juego, en el quinteto titular y más tarde en el primer cuarto, no fue capaz de anotar. En ataque es donde más errático se le apreció, especialmente en el tiro. Se agradece sin embargo la osadía de seguir intentándolo aunque el día del bautizo en casa no era el suyo.
En total sumó ocho puntos, los seis primeros en triples. La mejor jugada protagonizada la hizo con Paulí, que le dio un excelente pase de espaldas que Pangos logró introducir en el aro germano desde el perímetro, esquinado. Pero la precisión, ni siquiera en las acciones cercanas al aro, lució esta vez.
Pangos era la pieza más esperada ... pero este domingo de septiembre se ocultó. Sin embargo, para contrapresar la jornada, hizo su aparición el lituano Ovidijus Galdikas, siendo el jugador más valorado en el Gran Canaria (18) y también su mejor anotador (13), con una serie de 5 canastas cercanas de 8 intentos y 3 tiros libres más en cuatro lanzamientos. Galdikas cogió 7 rebotes (4 en ataque) e hizo brotar los aplausos del aficionados grancanarios con un excelente tapón en la segunda parte. Su combatividad y ganas de convencer es de agradecer en un equipo que tiene buena pinta pero que esta vez salió desdibujado del Gran Canaria Arena.
Galdikas, en una de las acciones del encuentro frente al Ulm (C. Torres)