testimonio desde Barcelona

¡Qué buena pinta tiene esta UD!
27/09/2015

Por Fernando Baquero / redactor del diario Sport de Barcelona

¡Qué buena pinta tiene este equipo de Paco Herrera!. El sábado, en el Camp Nou, la UD Las Palmas borró de un plumazo las dudas que giraban en torno a su capacidad real de competir en Primera División. Frente a un FC Barcelona dispuesto a hacer pagar a los amarillos su ridículo en Balaídos, la UD no sólo dio la talla sino que consiguió que al campeón de Europa le temblaran las piernas en los últimos minutos tras el gol de Jonathan Viera.

Decir que el Barça no mereció ganar sería faltar a la verdad. Tuvo ocasiones para haber logrado un marcador mucho más generoso. Pero tampoco sería mentira reconocer que el conjunto grancanario llegó a poner contra las cuerdas a un equipo en el que hay más estrellas que en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Todo apuntaba a una goleada de escándalo. Al menos, eso se escuchaba en los alrededores del estadio. Todos, incluso los vigilantes del parking, elucubraban sobre cuántos goles le caerían a este recién ascendido. A nadie se le pasaba por la cabeza una tarde de sufrimiento... y vaya si lo pasaron mal. Ver a Luis Enrique pidiendo la hora y al Camp Nou protestando por un excesivo descuento explica que Las Palmas no estuvo tan lejos de dar la campanada.

Lo que más me sorprendió de las buenas maneras que muestra el equipo de Paco Herrera lo vi cuando el reloj ya señalaba el minuto 85: cuatro jugadores -El Zhar, Valerón, Culio y Jonathan Viera- presionando en la frontal del área la salida del balón de la defensa blaugrana ¡con 2-0 abajo en el marcador!. Eso, que a muchos se les pasó por alto, habla bien a las claras del inconformismo de la UD, dispuesta a competir hasta el pitido final.

El cuadro amarillo que se vio en el coliseo barcelonista dejó detalles muy interesantes. El primero, y sin duda de los más importantes, es que tiene un portero de Primera División. Javi Varas se comportó como un muro que sólo fue capaz de superar un imperial Luis Suárez, y tener un guardameta de ese nivel es tan necesario en el fútbol actual como lo pueda ser contar con un supergoleador. Sin duda, es de esos porteros que ganan puntos. Tampoco es habitual ver que un equipo cuente con dos laterales tan ofensivos como David Simón y Dani Castellano que, además, no suelen dejar espacios a sus espaldas.

Hay veces, que no sabes si están atacando o si están defendiendo muy lejos de su portería y eso despistó mucho a los jugadores de Luis Enrique. Pero quien más huella dejó en el césped barcelonista tiene por nombre Roque Mesa. Todo un descubrimiento el centrocampista grancanario. Hacía tiempo que no veía sobre un terreno de juego a nadie con esa velocidad y con esa capacidad de improvisación con el balón pegado a los pies. El solito se bastó para provocar desajustes en el rival, que nunca pudo con sus estampidas al contragolpe. Hasta que el físico le aguantó, Roque se convirtió en un problema mayúsculo para el Barça con sus repentinas apariciones por el centro, por las bandas o entre líneas. Sólo le faltó coordinarse mejor con Araujo y Viera para haberse coronado.

La UD dejó muy buena imagen pero no debería bajar la guardia pese a la sensación positiva que dejó una digna derrota. La temporada será dura y difícil. No todos los campos ovacionarán a Valerón ni el 'pio pio'

 

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