Al jugador del Villa de Santa Brígida, Kevin Padilla, le quedan unos meses de inactividad obligatoria. El pasado domingo resultó lesionado con una fractura que le llevó al quirófano. Ocurrió en una caída frente al Granadilla, en partido ganado por su equipo 4-0 para mantenerse al frente de la clasificación en Tercera dentro del grupo canario. Padilla, con el brazo en cabestrillo, estuvo este miércoles en el Alfonso Silva para recibir, primero, el ánimo de sus compañeros y para animarles en el encuentro de la Copa Federación. Se arma de paciencia aunque, sólo con su actitud apenas unas horas después de lo ocurrido, muestra que ganas de fútbol no le van a faltar.