M. B.

Axier Inchaurraga, jugador de la UD Las Palmas entre 1994 a 1997, había tenido un paso por la SD Éibar justamente antes de llegar a la entidad grancanaria. El zaguero vizcaíno fue militante de la plantilla armera en tiempos de José María Araquistain como entrenador, en Segunda División A. Entonces, Axier era estudiante de Empresariales y hoy nos dibuja cómo era aquel Éibar, la génesis del equipo que este sábado visitará Gran Canaria como rival de Primera División.

"En el Éibar que yo conocí toda la plantilla tenía otras ocupaciones al margen del fútbol. Jugábamos en Segunda ante plantillas profesionales. Pero los jugadores del Éibar eran también profesionales de otros ramos y la mayoría estudiantes. Tuve suerte", puntualiza, "porque soy residente en Berriz, que queda muy cerca. Pero había compañeros que tenían que recorrer hasta ochenta kilómetros de distancia para poder venir a entrenarse por las tardes. Durante el resto del día la gente tenía sus ocupaciones respectivas".

Los bocadillos que traía Garmendia

En ese Éibar había jugadores emblemáticos como el agente comercial Luluaga o el carnicero Garmendia, portero titular del equipo. "Cuando viajábamos a visitar a un rival, recorríamos el país en autobús. Desde Éibar a cualquier punto; empleando horas y horas en la carretera. Los fines de semana se vivían muchas veces en la carretera. Pero ese sacrificio tenía sus compensaciones por la amistad que había entre los jugadores. En el caso de Garmendia ... era espectacular. De su charcutería traía todo lo necesario para los bocadillos que la plantilla comía a mitad de camino en la carretera. Cuando el chófer paraba para descansar, Garmendia invitaba a cenar: sus chorizos, jamones o el queso eran célebres en el vestuario del Éibar. Hasta el pan lo ponía él. No sólo le costaba el sacrificio personal para poder jugar al fútbol sino lo que aportaba de su negocio para ayudar a los compañeros".

Sobre estas líneas, Garmendia en la actualidad, en su puesto como carnicero (SDEibar)

El célebre Fiat Uno de Axier

Así que en 1994, con Iñaki Sáez en la secretaría técnica de la UD Las Palmas, Axier Inchaurraga aceptó la oferta canaria para volar hasta las islas y ayudar a un equipo histórico en apuros. "Venir a Las Palmas no fue un paso atrás en mi carrera, porque el Éibar seguía en Segunda División. Fue mi primera experiencia como profesional del fútbol (luego Málaga, Elche, Albacete, Ciudad de Murcia, Cartagena y finalmente el Castillo del Romeral). Vine a un club grande, viví una experiencia diferente, enriquecedora en todos los sentidos. Creo que hice un buen trabajo y aún la gente me lo reconoce".

Sin embargo, aquella etapa eibarresa de Axier no le cambió su mentalidad. Fue jugador de la Unión Deportiva incluso en Segunda División pero siempre acudía a los entrenamientos "en mi Fiat Uno blanco, que le tenía un gran cariño". Lo aparcaba junto a los vehículos de alta gama que lucían compañeros como Turu Flores, Simionato, Walter Pico, Samways, etc...

Porque Axier nunca perdió la perspectiva. Admite que "cuando llegamos los jugadores vascos en 1994 supimos que íbamos a realizar un trabajo complementario en el equipo. Aquello funcionó. Vivimos grandes momentos, como el día de la eliminatoria de Copa contra el Tenerife. El mejor de todos, sin duda, fue el ascenso a Segunda A en Elche. Esa temporada nos marcó a todos".

Su segunda celebración en el año 2000

No fue el único ascenso de la Unión Deportiva Las Palmas que Axier celebró. Pasados los años nos descubre un dato: "también celebré el ascenso a Primera. Salí con compañeros y amistades aquella noche (año 2000) para ver el ambientazo que había en la ciudad. En ese momento era jugador del Elche, en el partido del 4-1. Nosotros no nos jugábamos nada en el encuentro pero, como ex futbolista amarillo, al acabar y ver tanta gente feliz en Las Palmas de Gran Canaria quise compartir ese momento".

Hoy Axier es entrenador. Nos valora por último el próximo rival de los amarillos: "El Éibar ha empezado la Liga muy bien. Siempre está ordenado y, como le gusta a Mendilíbar, también es atrevido. Las Palmas debe tener cuidado en el partido. Tiene un fútbol ambicioso y personalmente creo que no irá a encerrarse en el Gran Canaria. Ha cambiado su estilo en eso, en que es capaz también de dominar los partidos. Siempre con un fútbol intenso. Eso no ha cambiado".