Es un juguete, una herramienta de trabajo e, incluso, una maceta. La curiosa foto se puede captar en el campo de fútbol Municipal Antonio Afonso Tonono, en Arucas. Los balones desestimados por uso o pinchazos tienen un segundo e ingenioso uso, decorando un ambiente muy futbolístico hasta el último rincón del recinto.
La segunda vida de un balón
02/10/2015
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