En la victoria ante Brindisi, tercera de la Europa, el equipo mostró ser profundo, versátil y letal
M.B.
También cuenta que esta temporada, salvo Galdikas y ese codo de Newley que no le impide jugar sin embargo, los servicios médicos del Gran Canaria están ocupados en otras cosas. Es de agradecer que la epidemia de lesiones de la pasada temporada sea hoy un recuerdo. Mejor no mencionarlo.
Ello le permite al entrenador Aíto García Reneses poder administrar a la plantilla del Gran Canaria como estaba acostumbrado a hacerlo en otros tiempos y en otros clubes de empaque que llegó a dirigir. El equipo que le han confeccionado es largo, versátil y con múltiples versiones en su juego. Al entrenador le da tiempo a repartir minutos, llevados además por el rendimiento de un equipo que suma y suma victorias en esta etapa de la competición, aún sin conocer también la cara de los grandes candidatos de las dos competiciones regulares en las que está inmerso.
El Granca está profundo en todas sus líneas. En el primer tiempo del encuentro frente al Brindisi, con rentas que a pocos minutos de su inicio alcanzaron la veintena de puntos, al veterano entrenador le dio tiempo para sacar a pista a la segunda unidad, que no bajó el pistón y aún brindó minutos espectaculares. Ahora Aíto no tiene sólo siete u ocho jugadores; cuenta con más de doce. Pasecniks se lo volvió a recordar.
Todo funciona con entusiasmo en el Gran Canaria 2015-16, como para sentirse optimista y pensar que se puede llegar lejos en los torneos. Pero especialmente sigue llamando la atención el listón elevado en el tiro exterior donde Kuric mantiene su rango jerárquico y aparecen más compañeros dispuestos a compartir responsabilidades.
Lo del finés Sasu Salin es para resaltar. La afición rompió a corear el 'Suso, Suso' después de que su actuación en ataque la complementara con defensa exigente, robos y asfixiante seguimiento a sus asignados. Todo pasa por defender en este Granca. Y por seguir marcando diferencias. El 103-76 fue reflejo de mucho de lo bueno que ocurrió en el encuentro ... con otros quince triples, jugadas preciosistas de titulares y teóricos reservas. Todo funciona en el equipo que, sin embargo, como todo grupo humano no puede ser un reloj. De momento está en hora y bien administrado.
El 'pero' del gran partido vivido este martes es que sólo 2.053 personas lo disfrutaron.