La principal diferencia entre el Real Madrid y la UD Las Palmas este sábado se localiza en la capacidad de dañar al equipo rival en las operaciones de ataque. Esa es la gran realidad del fútbol. El Real fue letal, especialmente en la entrada al partido, y la UD Las Palmas, no. Estadísticamente los amarillos no estuvieron tan distantes como refleja el marcador. Apenas una decena de menos operaciones de ataque, pero las del Real Madrid tenían mayor mordiente y, de hecho, mayor acierto.

Los amarillos ofrecieron un control del juego en posesión muy cercano al 50%, lo que refleja la personalidad expresada en el feudo madridista, pero sus errores le condenaron.

Estos son los datos generales que no dibujan un partido que, como dijo el propio Setién, habría que verlo desarrollar en un mes. Pinta hacia otro escenario bien distinto.