B.P.

Un pésimo arranque de partido rompió los planes de una semana. Dos errores (dos aciertos de los atacantes blancos, como prefieran) desmontaron la trama prevista por la UD Las Palmas en su regreso al Santiago Bernabéu.

De entrada, un esquema con un triángulo de conexión entre Roque, Vicente y Hernán -el zurdo en el centro- tenía la misión de captar el balón para defenderse con él. Sin embargo, el 1-0 llegó precisamente a través de una pérdida en el centro del campo y un desajuste defensivo en el lado derecho de la defensa. Todo ocurrió muy rápido e Isco terminó la jugada con autoridad, con certero disparo. Era el inicio de una victoria que no descarrilaría.

Pero la idea de Las Palmas fraguó precisamente después de que llegara el 2-0, sin que el cronómetro alcanzara el cuarto de hora. Los amarillos desplegaron a partir de entonces la idea de un fútbol paciente, que fue a la vez atrevido. Las Palmas cruzó el centro del campo con decisión, con abundancia de efectivos y con la idea del alcanzar el área.

Al encuentro le sobró ese primer cuarto de hora, en que todo se puso cuesta abajo. El Madrid se vio forzado a correr tras el balón para intentar robarlo. Los cambios le dieron frescura a la idea, mientras Setién abandonó el triángulo para volver al esquema que le había dado resultado a nivel de contención frente al Villarreal.

La prueba del Bernabéu tiene nota desde el minuto 15 al 90. Antes, dos errores y todo se fue al traste.