M.B.

A Héctor Marrero le toca esta semana sonreír. Tras año y medio de ausencia por lesiones, se sienta en el sofá para disfrutar de un triunfo personal. Su equipo, el Villa de Santa Brígida, no logró la victoria este domingo frente al Yaiza, en el campo de Los Olivos. Pero Héctor (Las Palmas de Gran Canaria, 18 de julio de 1994) alcanza unas de sus cotas personales al marcar el tanto del empate apenas unas semanas después de su reaparición.

Era éste su segundo gol en Tercera División. Y esta vez lleva detrás del cabezazo del 1-1 muchas horas amargas, otras de sacrificio y de debates personales que finalmente cobran sentido y le ofrecen más energía para seguir adelante en el deporte. Héctor se ha especializado en los remates de cabeza, en las jugadas de estrategia. Y fue así cómo logró que su equipo sumara frente a los lanzaroteños y que se mantenga a las puertas de la zona de promoción de ascenso. "Creo que fue un gol bonito", nos señala este lunes. "Sacó un corner desde la derecha Juanma Arocha y yo fui con fe al segundo palo. Fue un gol importante para mi equipo, pero también para mí".

El siguiente objetivo de Marrero es volver a ser titular en una formación satauteña, ahora bajo el mando de Israel Quintana. "El tanto nos valió pero en lo personal supone un voto de confianza en mi trabajo. Fue una gran alegría después de tanto tiempo en remontada personal. Ahora estoy recuperando sensaciones, tanto en lo físico como en lo futbolístico. Mi próximo objetivo es ser titular. Voy a seguir trabajando para ello y ya me encuentro preparado para ello. La competencia en la plantilla es muy alta".

Entre ellos, Juanma Pérez -el joven capitán del Villa-. "Está realizando una excelente campaña. Su mejoría año a año es apreciable. Él es uno de los que elevan la competitividad en el grupo" (...) "Me sigo viendo como centrocampista, a pesar de que en algún momento he podido jugar como defensa central. Mi mejor rendimiento está en la zona de pivote", indica.

Todo ha sucedido en una semana especial para los Marrero porque el Villa la acabará en el Estadio Anexo al Gran Canaria enfrentándose a Las Palmas Atlético. Dos de los gallitos de la categoría frente a frente (domingo, 12.00 horas), con señales anímicas extra para Héctor, formado en la UD Las Palmas, el club donde su padre Manolo llegó hasta la Primera División. "Tiene pinta de ser un partidazo. Es vital para nosotros pero también para el filial". El Villa tiene más problemas ahora en Los Olivos donde "los rivales también juegan. Nos han estudiado y se cierran protegiéndose. Nosotros tenemos también que buscar más fórmulas". Sin embargo, lo siguiente es el cruce entre dos equipos que han sido líderes en el grupo canario esta temporada. "El filial ha tenido algún bache, pero ya se ha recuperado. El partido contra Las Palmas Atlético promete".

En el Anexo, Marrero se reencontrará con compañeros de su quinta como "Alvaro Arencibia, Nili o Fuli; pero también he jugado con otros como Matías, Stephane, Benito, David Ramírez o Guanche. Claro que para mí es un encuentro especial".

Lo es porque también fue el Anexo el lugar donde se iniciaron sus pesares, entrenándose con Víctor Afonso cuando Las Palmas Atlético estaba en Tercera. "Me rompí el peroné en un rondo. Fue increíble. No sabemos cómo está ahora el campo después de los arreglos".

Desde entonces una larga travesía que, esta vez, terminó en algarabía.